Los disturbios que se produjeron en Francia durante una semana entre finales de junio y principios de julio han dado lugar hasta ahora a 742 condenas con penas de prisión firme y 600 personas están ya encarceladas.

"Era extremadamente importante que hubiera una respuesta firme y sistemática", subrayó este miércoles el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, al presentar estas cifras en una entrevista en la emisora de radio RTL.

Añadió que "era imperioso que restableciéramos el orden republicano", y se felicitó de la "adhesión" de los fiscales a las consignas que les había dado desde el comienzo de los altercados para que solicitaran "firmeza" con los autores en los tribunales.

El resultado es que hasta ahora se han celebrado 1.278 juicios y en un 95 % de los casos han dado lugar a condenas.

Un total de 1.056 personas han sido sentenciadas a una pena de cárcel y 742 a cárcel firme, es decir con cumplimiento en prisión.

Las penas medias para ellas han sido de 8,2 meses, precisó el ministro, que igualmente hizo notar que ha habido condenas por utilizar las redes sociales para organizar altercados: se trataba de "recordar que Snapchat no es un escondite".

Los disturbios se desencadenaron después de que el 27 de junio un menor de 17 años que iba al volante de un coche para el que no tenía carné en la ciudad de Nanterre muriera por el tiro de un policía cuando intentaba escapar a un control.

Según la contabilidad del Ministerio del Interior a fecha del 5 de julio, más de 2.500 edificios fueron incendiados o dañados, cientos de comercios fueron saqueados y vandalizados y también fueron pasto de las llamas más de 12.000 coches. Las fuerzas del orden detuvieron a 4.000 personas, un tercio de los cuales menores.