Durante su participación en un Desayuno Informativo de Europa Press, Jáuregui ha vuelto a condenar rotundamente la agresión "intolerable" al consejero porque "nada" justifica la violencia pero, al mismo tiempo, ha opinado que el ataque fue obra "de unos perturbados y unos locos", no de un supuesto clima de alteración social.
Por eso, ha pedido que no se introduzcan acusaciones de este tipo en el debate político y ha tachado de "injusto e intolerable" que se utilice el episodio para agredir al Gobierno y al PSOE.
Es más, ha recalcado que el Ejecutivo, con el presidente a la cabeza, nunca ha incluido este tipo de "parámetros" en las relaciones políticas, sino que más bien da ejemplo de moderación y ha apuntado que él mismo opta siempre por la "no descalificación y la no agresión".
El ministro de la Presidencia ha negado también la acusación de pasividad lanzada por el Gobierno murciano al Ejecutivo central y ha replicado que, aunque desconoce los detalles concretos de este caso, lo cierto es que la mayor parte de consejeros autonómicos no tienen escoltas, de manera que en este caso no puede achacarse a fallos en un servicio de seguridad. En todo caso, ha recordado que el Gobierno ha ofrecido a Murcia un nuevo plan de seguridad.
Además, aunque reconocido no tener información sobre la investigación del suceso pero se ha mostrado convencido de que los autores del ataque serán detenidos, y ha insistido en su condena del episodio aludiendo a su condición de vasco: "Vengo de un país en que con demasiada frecuencia mucha gente pensó que la violencia era legítima. Conozco esa perversión mental, esa subcultura", ha señalado.