En su sentencia, la sección novena de la Audiencia de Barcelona condena a los dos agentes, José María Vega y Francesc Xavier Noguer, por un delito de lesiones y les impone el pago de una indemnización de 111.729 euros a la víctima, que asumiría la Generalitat como responsable civil subsidiaria.
El tribunal ha absuelto a otros dos mossos que estaban acusados por este caso de abuso policial, ocurrido en abril de 2006 y que fue uno de los que motivaron la instalación de cámaras de vigilancia en las comisarías de los Mossos d’Esquadra un año después.
Pese a que la fiscalía acusaba a los agentes imputados de lesiones por imprudencia, el tribunal considera que fueron dolosas, ya que los procesados eran conscientes del “grave exceso que cometían” y habrían podido evitar el daño “moderando simplemente la fuerza empleada”.
Según cree probado el tribunal, el caso ocurrió el 28 de abril de 2006, cuando la víctima, Aliou Bobo, de nacionalidad senegalesa, comenzó a alterarse y a golpear los barrotes de la celda de la comisaría de Les Corts en la que estaba encerrado, por lo que los agentes procedieron a esposarlo.
El detenido forcejeó para impedir su inmovilización y obligó a intervenir a cuatro agentes en la maniobra, en la que uno de los condenados le retorció el brazo con fuerza.