Al menos siete milicianos islamistas y un agente de Policía han muerto este martes en un tiroteo registrado durante una operación policial en un domicilio de la capital tunecina, Túnez, en el que se han encontrado armas, explosivos y cinturones de explosivos, ha informado una fuente de los servicios de seguridad.
El balance modifica el que había facilitado horas antes un portavoz del Ministerio del Interior, que había asegurado que en la operación habían muerto tres policías y dos milicianos. El tiroteo ha comenzado a última hora del lunes cuando la Policía ha rodeado una casa en Raoued, un barrio del norte de la capital tunecina, en un intento por detener a un grupo de milicianos.
"Tenían cinturones con explosivos y material explosivo y estaban bien armados", ha indicado un portavoz del Ministerio del Interior, Mohamed Alí Aroui, que no ha precisado el nombre del grupo al que supuestamente pertenecían los milicianos.
Raoued es un barrio pobre próximo a una zona de hoteles de lujo en las afueras de la capital. Una unidad antiterrorista fuertemente armada ha patrullado cerca de la casa blanca en la que han sucedido los hechos, en cuyo muro se pueden observar decenas de agujeros de bala.
Desde 2013, las Fuerzas Armadas tunecinas han estado combatiendo contra el grupo islamista Ansar al Sharia, catalogado por Estados Unidos como una organización terrorista y cuyo líder ha declarado su sumisión a Al Qaeda.
Túnez tiene previsto conmemorar la aprobación de su nueva Constitución este viernes, en una ceremonia a la que acudirán, entre otros, el presidente francés, Françouis Hollande.