López ha intervenido en Bilbao ante el Comité Nacional de los socialistas vascos, que se reunió ayer para avalar las negociaciones que mantiene con el Partido Popular con el objetivo de recabar su apoyo en la investidura como Lehendakari.
El candidato socialista ha asegurado que este acuerdo con el PP busca “dar estabilidad” al futuro Gobierno vasco y ha garantizado que “no contendrá ni una sola política contraria a nuestros principios, ni a nuestros compromisos con la sociedad vasca”.
Indicó que este texto contendrá “bases compartidas” para hacer frente a los problemas del país, entre los que ha citado la libertad, el terrorismo, la crisis económica, la educación o las relaciones entre instituciones autonómicas y la administración central.
Tras resaltar que Ezker Batua también mostró su disposición a llegar a “algún tipo de colaboración” con el PSE-EE, Patxi López ha asegurado que un gobierno socialista “instalará la normalidad democrática” en Euskadi.
Según explicó, “en este país se han cuestionado demasiadas veces el marco democrático y las leyes, y se ha llegado tarde en muchas ocasiones a la lucha contra el terrorismo y el apoyo a las víctimas; se ha utilizado más de la cuenta el autogobierno, no para unir sino para dividir”.
Por ello, según dijo, su objetivo es “conformar un gobierno que todos los ciudadanos de este país sientan como propio”, aunque reconocido que “será difícil, porque no estamos en las mejores condiciones económicas ni políticas”.
Respecto a las críticas del PNV a su intención de convertirse en Lehendakari, López ha precisado que “nadie niega que el PNV ha sido la fuerza más votada”, pero destacó que no acepta que nadie ponga en duda la legitimidad del futuro Lehendakari ni del futuro Gobierno vasco.
“Tampoco acepto –resaltó– que se diga que el apoyo del PP en la investidura es anti natura y que lo digan aquellos para los que el apoyo de quienes siguen en connivencia con la violencia era totalmente natural para que Ibarretxe fuera lehendakari”.
También se referió a las declaraciones de dirigentes el Partido Nacionalista Vasco, que afirman que su gobierno será “débil e inestable”, y aseguró que presidirá un gobierno “fuerte, sólido y cohesionado, y con todos los departamentos remando en la misma dirección, que es lo mismo que pido al resto de los partidos políticos”.