La Comisión Europea (CE) presentó hoy una estrategia para el sector de la aviación con la que pretende hacerlo más competitivo y que contribuya a impulsar la economía de la Unión Europea (UE), su base industrial y su liderazgo mundial.
La iniciativa comunitaria consiste en una comunicación (documento no legislativo), una propuesta para revisar las normas de seguridad aérea de 2008 y peticiones para negociar acuerdos con países terceros.
Según la CE, un sector aéreo más fuerte "no sólo beneficiará a los negocios", sino también a los ciudadanos al ofrecerles "más conexiones con el resto del mundo a precios más bajos".
La comisaria europea de Transporte, Violeta Bulc, quien presentó la iniciativa en una rueda de prensa, reconoció que el sector aéreo europeo "se enfrenta a distintos desafíos", pero confió en que este plan de acción mantenga la competitividad de las empresas por medio de nuevas inversiones y oportunidades de negocio.
Para ello, la CE propone cuatro líneas prioritarias, empezando por situar a la UE como un actor líder en la aviación internacional a la vez que se garantiza igualdad de oportunidades.
La idea es que la UE esté más presente en mercados en crecimiento a través de nuevos acuerdos externos con países y regiones del mundo, lo que "dará nuevas oportunidades a las empresas europeas y garantizará condiciones de mercado justas y transparentes basadas en un marco regulador claro".
En segundo lugar, la CE propone reducir la fragmentación del mercado europeo -que cuesta 5.000 millones anuales y supone 50 millones de toneladas de CO2- para planificar conjuntamente la futura demanda y evitar la congestión y las restricciones de conexiones, que según sus cálculos podrían hacer perder 818.000 empleos para 2035.
Por ello insta a concluir el proyecto del "cielo único" europeo, optimizar el uso de los aeropuertos más concurridos e identificar las faltas en conectividad tanto dentro como fuera de la UE.
En tercer lugar, la CE ve "crucial" mantener los altos estándares europeos de seguridad, ambientales, sociales y de derechos de los pasajeros, para lo que actualizar las reglas para tener en cuenta el crecimiento del tráfico aéreo.
También buscará reducir la carga de controles de seguridad y sus costes mediante la utilización de nueva tecnología, reforzar las condiciones de empleo en el sector e impulsar medidas globales para ser neutral en lo que se refiere a carbono para 2020.
El cuarto y último punto consiste en realizar progresos en innovación, tecnología digital e inversiones, lo que incluye "desatar todo el potencial de los drones" (aviones no tripulados) por medio de un marco legal que dé certeza y responda a preocupaciones sobre privacidad y protección de datos, seguridad y medioambiente.
Recordó que la UE planea invertir 430 millones al año hasta 2020 en el proyecto SESAR para coordinar la investigación y el desarrollo de nuevas actividades sobre gestión del tráfico aéreo en la Unión, cuyas soluciones permitirían crear más de 300.000 nuevos empleos.
La aviación emplea en la UE a cerca de dos millones de personas y tiene un valor de 110.000 millones de euros.
El tráfico aéreo en la Unión alcanzará 14,4 millones de vuelos en 2035, el 50 % más que en 2012, según la CE.