Al menos diecinueve personas han muerto y una permanece desaparecida por las inundaciones que se registran desde principios de año en el sur de Tailandia, donde las autoridades calculan en cientos de miles el número de damnificados.
Según testigos, el agua anega viviendas e infraestructuras en varias localidades de diez provincias de la región, adonde la junta militar que gobierna el país ha enviado un contingente de 4.000 soldados para reforzar las labores de auxilio a la población.
Las inundaciones alcanzan particular magnitud en las provincias de Trang y Surat Thani, donde numerosas carreteras se encuentran anegadas, lo que dificulta la distribución de ayuda de primera necesidad y las operaciones de evacuación de los vecinos afectados.
El aeropuerto de la provincia de Nakhon Si Thammarat permanecía el domingo cerrado por cuarto día consecutivo debido al desborde de ríos y canales por el temporal, que también ha obligado a restringir la navegación en la zona, una de las más turísticas de Tailandia.
El portavoz del Gobierno castrense, general Sansern Kaewkamnerd, no descartó el sábado hacer en los próximos día un llamamiento a la ciudadanía para recolectar donativos en caso de que se considere necesario si persisten las inclemencias meteorológicas.
Las precipitaciones, que se suceden de manera ininterrumpida desde hace una semana, se producen en época tardía, ya que el monzón suele concluir en la zona en noviembre o diciembre, y en contra de las primeras previsiones continuarán por uno o dos días más.
El Departamento de Meteorología local anunció el viernes que las lluvias remitirían el domingo, cuando empezarían a trasladarse hacia a la vecina Birmania, pero ha rectificado su pronóstico inicial y prevé que proseguirán con igual intensidad hasta el lunes o martes.
El temporal también afecta al norte de la asimismo limítrofe Malasia, donde obligó al cierre de un centenar de colegios y a la evacuación de miles de personas, de acuerdo con reportes de prensa.