Un gol del nigeriano Odion Ighalo en el primer tiempo fue suficiente para que el Granada superara por 1-0 al Málaga y diera un paso de gigante hacia la permanencia, mientras que los malagueños se quedan ya lejos de las plaza de Liga de Campeones.
El equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini, que acumula tres derrotas seguidas como visitante, dominó casi todo el partido pero apenas tuvo ocasiones de gol ante un equipo rojiblanco que se defendió a la perfección para enlazar dos victorias seguidas.
El Granada permitió desde el principio que el Málaga tuviera la posesión del balón, fiando sus opciones a un ordenado y mecánico trabajo defensivo y a sus verticales ataques tras robar el esférico.
Así llegó la primera clara ocasión del choque (m.11), con Ighalo rematando en el área pequeña a bocajarro tras buena jugada de Brahimi, pero el meta argentino Willy Caballero firmó la primera gran parada de la tarde.
Después lo volvieron a intentar Mikel Rico, Brahimi y Nolito, éste último con un buen disparo cruzado que el meta visitante mandó a córner, antes de que el Málaga se estrenara en el ataque tras una buena jugada colectiva que acabó con un mal remate de Antunes.
Esta acción precedió al gol local, marcado en el minuto 27 por Ighalo al rematar de primeras en el área pequeña el medido envío de Brahimi, tan irregular como activo y decisivo en la primera parte.
El Málaga reaccionó al 1-0 a medida que el internacional Francisco Alarcón 'Isco' tomó el mando de las operaciones en los suyos, aunque el juego de los de Pellegrini antes del descanso fue lento, previsible y poco profundo.
Morales obligó a intervenir por primera vez al meta Roberto con una falta directa en una acción que acabó con un cabezazo fuera del brasileño Welligton (m.32), y las últimas opciones claras antes del descanso fueron un lanzamiento intencionado del local El Arabi que se marchó fuera por poco (m.33) y otra de Isco tras jugada personal que tampoco encontró puerta (m.37).
La segunda parte fue dominada por completo por el Málaga, guiado por un hiperactivo y sensacional Isco, ante un Granada muy pertrechado atrás para defender su mínima renta.
Tras un disparo flojo del propio Isco y respondida por una buena jugada de Brahimi mal finalizada, los visitantes empezaron a llegar con peligro coincidiendo con la entrada en el campo del atacante paraguayo Roque Santa Cruz.
El paraguayo se topó con Roberto en un mano a mano en el que estaba demasiado escorado (m.60) y, cuatro minutos después, cabeceó mal pese a estar en franca posición para marcar.
Los rojiblancos pudieron sentenciar en un mano a mano de Carlos Aranda ante Willy Caballero bien ganado por el meta en una acción que acabó con disparo fuera a portería casi vacía de Nolito (m.70).
Los visitantes lo intentaron hasta el final, aunque con más ganas que fe y fútbol, por lo que no volvieron a tener ocasiones de gol.