El sindicato CSIF ha denunciado en la Inspección de Trabajo los últimos casos de supuestas agresiones a trabajadores de los centros de protección de menores Ángel Ganivet y Bermúdez de Castro de Granada capital, dependientes de la Delegación Territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta, en lo que es "un paso más para exigir medidas de amparo y seguridad" para estos empleados.
Según ha informado CSIF en una nota de prensa, la responsable del sector de Administración General de la Junta de Andalucía de CSIF Granada, María Teresa Merlo, la denuncia ante Trabajo llega "tras denunciar esta situación de forma reiterada desde hace ya 20 años y tras comprobar que aún no se están adoptando medidas preventivas de ningún tipo para evitar riesgos a la plantilla que sufre agresiones y vejaciones graves y constantes".
La responsable sindical ha afirmado que "todos los trabajadores, sin excepción de ninguna categoría laboral, están sometidos a graves riesgos, incluidas agresiones y amenazas con materiales punzantes, y llegándose al caso de arrojar ácido a la cara de una trabajadora o parte del mobiliario en los motines protagonizados por los menores".
Todo ello, "sin olvidar que en estos centros se atiende a menores españoles y extranjeros de entre doce y 18 años con enfermedades infecto contagiosas como la tuberculosis y serias dificultades de adaptación social y cultural", ha señalado María Teresa Merlo.
En especial, ha apuntado Merlo, "son las trabajadoras las más vejadas y agredidas, mostrando un alto porcentaje de estos menores un claro menosprecio hacia el sexo femenino, que arrojan aún mayor riesgo a la incertidumbre de no saber qué te vas a encontrar cada día en el trabajo".
Desde CSIF, se apunta a "la masificación de menores como uno de los principales agravantes de la situación actual, denunciando que a lo largo de todo el año se excede la ratio en ambos centros". Así, "en Bermúdez de Castro el máximo establecido es de 20 usuarios y se acoge un mínimo diario de 25 a 37 usuarios, mientras que en el Ángel Ganivet el máximo permitido es de 25 menores y, sin embargo, lo mínimo que hay a diario en el centro son 30 menores", en verano, con cifras "casi del doble de su ratio".
De igual modo, María Teresa Merlo ha manifestado ante la Inspección de Trabajo que, "a pesar de que el Ángel Ganivet está catalogado como centro de primera acogida, donde los menores no deben permanecer más de tres meses de acuerdo a la normativa, la realidad es que se excede con creces este tiempo de permanencia", mientras que, en el Bermúdez de Castro, centro residencial y también de primera acogida, "se da el caso de que conviven menores de ambas condiciones, de ambos sexos y, en alguna ocasión, hasta menores de doce años por motivos de urgencia".
Por todo ello, CSIF Granada ha urgido a la Inspección de Trabajo a realizar las visitas pertinentes a estos dos centros para evaluar la situación e instar de "forma urgente" a la administración autonómica a actuar "con medidas preventivas para apoyar a los trabajadores ante la peligrosidad, penosidad y miedo que padecen a diario, ya que cuando un menor agrede a un trabajador, no se le traslada de centro inmediatamente, sino que el trabajador debe convivir diariamente con su agresor".
Además de llevar el asunto ante la Inspección de Trabajo, CSIF Granada apoyará las movilizaciones anunciadas hace unos días por el comité de empresa y que se iniciarán el próximo día 15 febrero ante la Delegación de Igualdad para denunciar esta situación.
Según ha informado Comisiones Obreras, este jueves se han concentrado, tras un acto reivindicativo similar el pasado lunes, un grupo de trabajadores de estos dos centros, en la puerta de la Delegación de Igualdad, para "protestar por las agresiones que vienen recibiendo en el desempeño de sus tareas".
"Otra vez han sido agredidas dos compañeras del centro Ángel Ganivet, simplemente por hacer su trabajo", han informado, a la par que han pedido el fin de las "agresiones al personal de los centros de menores".