Puente Genil es un pueblo solidario y en estos días vuelve a demostrarlo arropando a la familia del pequeño Iker López Márquez, un niño de ocho años que en las próximas semanas será sometido a una compleja operación quirúrgica, concretamente una hemisferectomía funcional consistente en extraer o desconectar el hemisferio dañado que funciona como foco de crisis epilépticas para que no perjudique al hemisferio sano.
Se trata de una costosa intervención que se realizará en el Viamed Santa Ángela de la Cruz de Sevilla, único centro privado nacional con un equipo de cirugía de epilepsia pediátrico, integrado por los neurocirujanos Dr. Márquez Rivas, Dr. Alonso Vanegas, y el neurólogo Dr. Rodríguez Uranga, de ahí que la familia haya pedido la colaboración económica de quien pueda echarles una mano para afrontar el importe de la misma, que ronda los 50.000 euros, una cantidad inasumible para David e Inma, los padres de Iker, que llevan desviviéndose en atenciones sanitarias para su hijo desde muy pequeñito.
“Iker nació completamente normal, fue un niño que pesó unos cuatro kilos y medio, pero al mes y medio de nacer, tuvo una fiebre alta, lo llevamos al Hospital Reina Sofía de Córdoba, y allí le detectaron un ictus que requería de una operación urgente. Aquella operación salió bien dentro de la gravedad, estuvo unos cuatro meses ingresado en el centro, y a partir de ahí tiene una discapacidad de un 53% que le afecta a la movilidad, especialmente al brazo y un poquito a la pierna”, explica David López, padre de Iker. No obstante, “a partir de los dos años empezaron a aparecerle las secuelas de la epilepsia, al principio le daban entre cinco y quince crisis, pero eran muy flojitas, y se quedaba quieto unos diez segundos para luego volver en sí como si nada; pero con el paso de los años, vemos que le dan menos, pero más fuertes, dejándolo prácticamente desconectado. Un ataque le puede durar entre 40 segundos y un minuto, él se queda totalmente rígido con el riesgo de caer al suelo y golpearse, cosa que le ha pasado alguna vez, con el consiguiente riesgo de hemorragia, que en su caso se agrava ya que es hemofílico y, por lo tanto su sangre no coagula de manera adecuada”.
Con todos estos condicionantes la vida de Iker intenta ser normal en su colegio, el CEIP. Agustín Rodríguez, pero paralelamente su familia no ha descansado para tratar de solucionar sus problemas de salud. “Al niño lo han ido tratando los neurocirujanos probando con él diferentes tratamientos, e incluso fue derivado al centro de epilepsia infantil del Hospital Virgen de las Nieves de Granada, pero allí no nos daban las garantías que nosotros necesitábamos recibir, ya que no nos daban confianza en cuanto a una posible intervención quirúrgica que le hiciera perder el habla o la movilidad”, afirma el padre de Iker, quien relata su camino a la búsqueda de los mejores neurólogos de España, en un fatigoso y costoso proceso que ha llevado a la familia a poner al pequeño en manos de algunos de los especialistas más renombradas del país.
“Nosotros podemos sacar un sueldo como autónomos que somos, y aunque estamos a base de préstamos, el coste de la operación no llegaría a todo, ya que además de la intervención quirúrgica hay un postoperatorio, hay que acometer un seguro, y la cuantía es bastante elevada, no llegaría a todo, y como no tenemos el dinero suficiente para afrontar todo ello, es por lo que estamos pidiendo un poco de ayuda”, señala David López, quien ha agradecido las enormes muestras de cariño que está recibiendo de amigos, vecinos y de muchas personas de la localidad a los que está conmoviendo la historia del pequeño.
“Hemos pensado sacar también unas pulseras solidarias para quienes quieran colaborar, sin una cantidad económica fija, y también sé que mi compañero del club de bádminton, Jesús Carmona, se está volcando en este apoyo, de hecho, él suele organizar todos los años un torneo benéfico en estas fechas del año y este año, mira por donde nos ha tocado a nosotros”, indica David, quien ha indicado que en el mejor de los casos la operación de Iker sería a mediados o finales del mes de enero, con un periodo de recuperación que posteriormente rondaría entre tres y cuatro semanas.
“Iker se da cuenta de todo, él sabe cuándo tiene sus crisis, de hecho cuando va al cole si le pegan las crisis fuertes, él se da cuenta, porque es muy listo, y cuando nos ve relata si le ha dado una “ausencia”, y realmente el día a día con él es difícil, ya que es un niño muy activo que quiere correr, jugar y hacer lo normal para un niño de su edad, pero no puede caerse, hay que estar encima de él constantemente por lo que pueda ocurrir y tenemos que estar las 24 horas del día en tensión con el corazón en un puño”, explica David, quien añade que los especialistas le han trasladado a los padres la idoneidad de realizar la operación en este momento, ya que habría más posibilidades de éxito permitiendo al niño tener un mayor control sobre sus crisis y funcionar mejor con solo uno de sus hemisferios cerebrales.
Por último, David López ha querido remarcar que “en los tiempos que vivimos sabemos que hay mucha gente mala que desgraciadamente se aprovecha de este tipo de situaciones, pero no es nuestro caso, tanto mi mujer como yo somos personas de Puente Genil que nos esforzamos en el día a día en nuestro trabajo y que queremos lo mejor para mejorar la salud de nuestro hijo”. “El dinero que se recaude va a ser estrictamente para la operación, no necesitamos sacar beneficio de nada más y únicamente, en nombre de mi familia, nos gustaría dar las gracias a todo el mundo por el apoyo que estamos recibiendo y que eso revierta en mejorar la salud de Iker”.
Las personas que quieran colaborar con David e Inma ayudando económicamente a sufragar la costosa operación de Iker, pueden hacer su donativo en el número de cuenta del Banco Santander ES24 0075 3476 14 0605320837. Además, la familia ha habilitado una página de Facebool “Todos somos Iker”, en la que se irá dando información sobre el estado de salud del pequeño.