Más de 8.200 paneles de este material de la artesanía tradicional tanto de España como de China recubrirán completamente el exterior del pabellón español, en una combinación de referencias al pasado y al futuro que, según explicó a Efe la nueva comisaria del proyecto, María Tena, encaja con la temática de la Expo.
“Son materiales muy tradicionales colocados sobre tecnologías nuevas, es un juego entre pasado y futuro que conecta mucho con el tema de la Expo (Una ciudad mejor, una vida mejor, sobre urbanismo sostenible) y con el de nuestro pabellón: De la ciudad de nuestros padres a la ciudad de nuestros hijos”, señaló.
Tena aseguró que se eligió este proyecto del estudio Miralles-Tagliabúe porque incluye en la fachada “un material que, al mismo tiempo que es cálido, es sostenible, es bellísimo, tiene una capacidad de manipulación y de adquirir formas distintas que da muchísimo juego en arquitectura y en el arte también”.
En ese sentido, los paneles, teñidos en varios tonos distintos de color marrón y combinados entre sí, sugieren “la sintonía, la unión de los pueblos” que compartirán en la Expo 2010 sus experiencias de desarrollo urbano sostenible.
Según adelantó el año pasado su propia arquitecta, Benedetta Tagliabue, los colores del pabellón probablemente evocarán caracteres chinos como “ri” (“sol”) y “yue” (“luna”), aunque el efecto de rayas oscuras que se empieza a adivinar en su fachada ya ha sido comparado por la prensa china con una “piel de tigre”.