La definición con la que aludimos en castellano al encargado de escribir libros que después son firmados por otra persona con cierta entidad popular tiene una connotación bastante despectiva: el negro literario. En inglés usan otra un tanto más refinada: the ghost writer, literalmente, el escrito fantasma. Ese es el título original de la última película de Roman Polanski, en la que un ex primer ministro británico contrata a un escritor de segunda fila para que escriba su biografía. El político es Pierce Brosnan y el escritor Ewan Mcgregor, aunque el verdadero interés del filme no se centra ni en la profesión de ambos, ni en su elección al frente del cartel, sino en la persona encargado de dirigirlos, Roman Polanski, quien a sus 76 años regresa a la dirección con esta película de encargo, un thriller de los denominados rutinarios, pero al que ha sabido sacarle un gran partido. De hecho, en Berlín recibió el Oso de Plata a la mejor dirección, aunque, claro, todos tenían bastante claro que el premio tenía mayor connotación moral que artística, después de su reciente detención en Suiza.
La película adapta la novela El poder en la sombra de Robert Harris y relata cómo el ex Primer Ministro británico, Adam Lang, contrata a un escritor -en ningún momento se cita su nombre- para que escriba sus memorias por él, si bien éste descubre ciertos secretos que pondrán en peligro su vida, ya que Lang podría estar involucrado en detenciones ilegales a sospechosos de terrorismo para su posterior entrega a la CIA, al tiempo que descubre que el anterior encargado de poner en marcha el proyecto murió en un misterioso accidente.
Polanski completa el reparto con un interesante elenco de secundarios entre los que encontramos a Kim Catrall -recuperada para el cine tras su exitosa participación televisiva en Sexo en Nueva York-, Olivia Williams, Tom Wilkinson y el veteranísimo Eli Wallach.

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Junto al realizador Roman Polanski, este viernes hay que prestar atención a otro director de notable trayectoria, el argentino Marcelo Piñeyro (Plata quemada, El método, Kamchatka), que tras cinco años de ausencia regresa con Las viudas de los jueves, un drama que ataca las convenciones sociales instauradas en los barrios privados de clase alta. El de la película se denomina Altos de la Cascada y es el típico barrio residencial en el que sus habitantes, de puertas para afuera, disfrutan de una vida cercana a la perfección. Todo se viene abajo cuando aparecen tres cadáveres flotando en una piscina y esa idílica convivencia comienza a mostrar una podredumbre hasta entonces escondida.
Junto a la dirección, el principal reclamo del filme es su cuarteto protagonista masculino, encabezado por Leonardo Sbaraglia, Ernesto Alterio, Juan Diego Botto y Pablo Echarri. En la producción no falta, por cierto, Gerardo Herrero, a medio camino siempre entre España y Argentina para coproducir cine muy interesante.
También hoy, con motivo de las vacaciones de Semana Santa, llega nuevo cine de animación en 3D producido por Dreamworks, Cómo entrenar a tu dragón.