"Pintura de los Reinos. Identidades compartidas en el mundo hispánico", propone la búsqueda de una visión actualizada sobre la transmisión de los modelos pictóricos desde España a los virreinatos de Nueva España y Perú durante los siglos XVI y XVII.
Y lo hace a través de la reunión de un conjunto de obras sin precedentes que han sido seleccionadas por el hispanista estadounidense Jonhatan Brown para esta exposición que inaugurará esta tarde la Reina Sofía acompañada por Margarita Zavala, esposa del presidente de México.
El centenar de pinturas que forman la muestra, promovida por Fomento Cultural Banamex de México en colaboración con la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, se exhiben en el Palacio Real, donde se muestran 68 obras, y en el Museo del Prado, con 36 pinturas.
Estas obras, prestadas por cuarenta instituciones de nueve países, ofrecen una nueva visión no solo de las relaciones de España y sus territorios, sino una revisión de los modelos que han dominado la historia del arte.
"Pintura de los Reinos" es parte de un ambicioso proyecto cuyo resultado ha sido esta exposición y la publicación, tras casi una década de investigaciones, de cuatro volúmenes sobre el arte pictórico en el ámbito hispánico.
En lugar de trabajar "con la herencia del siglo XIX que establecía diferentes escuelas, nosotros trabajamos con el concepto de áreas o campos de cultura y esta exposición trata del campo definido por los territorios de la monarquía española", comentó durante la presentación Jonathan Brown.
Según el comisario, en el discurso de la muestra se ha seguido un camino "que empieza en Amberes y acaba en Potosí. Se estableció una red de conexiones de artistas, frailes, nobles, que viajaban constantemente". Se trata, por tanto, de reinventar la visión del pasado "y hacerlo con obras muy importantes".
Las pinturas llegan a Sevilla y desde allí a América, "donde también reciben las influencias de Oriente a través de Filipinas. Esta influencia se puede contemplar en los biombos, de los que en esta exposición hay una buena muestra".
Esta "nueva forma de mirar al pasado" se ha dividido, en el Palacio Real, en tres grandes secciones que comienzan con un repaso por la historia de la pintura española del siglo XVI y XVII, nutrida principalmente por la italiana y la flamenca.
En este espacio se exhibe un gran biombo de Juan Correa, junto a obras de Berruguete, Juan de Juanes, Zurbarán o Francisco Rizzi, entre otros.
El segundo ámbito refleja la transmisión del lenguaje pictórico hacia la Nueva España y el virreinato de Perú a través de maestros europeos que llegaron a los territorios americanos y desarrollaron allí parte de su carrera, como Angelino Medoro o Andrés de La Concha.
La parte más amplia está dedicada a las identidades compartidas y sus variedades locales, mostrando las coincidencias del lenguaje pictórico así como las particularidades que va adquiriendo en cada región. "A través de las yuxtaposiciones que hemos planteado se pueden contemplar los puntos en común y las diferencias", agregó.
Para ello, se exponen series de cuadros de pintores de uno y otro lado con temas comunes, como vírgenes, crucifixiones, adoraciones, arcángeles, retratos o escenas de la conquista.
Entre los numerosos artistas presentes en este espacio se encuentran Rubens, Juan Carreño de Miranda, Juan Correa, Murillo, Baltasar de Echave Ibía o Cristóbal de Villalpando.
En la sede del Museo del Prado se podrán contemplar pinturas que inciden en identificar un lenguaje común y al mismo tiempo las particularidades locales, con "obras sobresalientes, muchas nunca vistas", recordó Brown.
En opinión de Miguel Zugaza, director del Prado: "con retraso nos sumamos a los estudios que se han emprendido en Latinoamérica con los que se han construido nuevas narraciones y una visión actualizada sobre la transmisión de los modelos pictóricos", y lo hacemos con "un conjunto de obras sin precedentes en nuestro país.
Una de las principales promotoras del ambicioso proyecto ha sido Cándida Fernández, directora de Fomento Cultural Banamex, para quien la muestra trata "del basto territorio común donde la cultura funcionó como factor integrador de la monarquía española. La exposición comienza por lo que nos une para luego estudiar lo que caracteriza a cada región".