Dos meses trabajando se han pasado siete miembros de la Asociación de Belenistas de Ronda para dejar listo un enorme belén que podemos disfrutar estos días en la Sala de Exposiciones de la Fundación Unicaja Ronda, patrocinado por el Ayuntamiento. Hace ya cinco años que en Ronda se creó este colectivo, que pretende evitar que se pierda una tradición tan andaluza y española como es el montaje de belenes tradicionales.
¿Cómo se pone uno manos a la obra? ¿Qué han pensado para el Belén de este año?
—Hemos recreado un pueblo de Judea. Para ello vimos algunos bocetos, estudiamos algunos modelos, y al final vas haciéndolo y resulta lo que van a poder ver los rondeños.
¿Qué no puede faltar en un Belén tradicional, además de la escena del nacimiento?
—Esa escena es la prioritaria, desde luego, y no puede faltar como tampoco pueden faltar la anunciación ni los Reyes Magos. Lo demás ya puede aparecer o no, pero estas tres escenas son imprescindibles.
Y tiene Antonio alguna escena o motivo preferido en el Belén…
—Ninguno. Me suelo esmerar en todo lo que preparo, y quiero siempre que cada escena y motivo sea importante y único.
¿Por qué crearon ustedes esta asociación? ¿Qué objetivos tienen?
—Llevamos ya en Ronda unos cinco años. Esta es la primera asociación además de este tipo en nuestra ciudad, porque hasta ahora la afición que ha habido en Ronda al belenismo siempre ha sido particular. La creamos para que esta tradición tan de nuestra tierra no se perdiera, porque de hecho se está perdiendo con los tiempos como están. La cultura americana nos está haciendo perder nuestras tradiciones, y tiene que haber gente que luche por mantenerlas.
¿Cuántos socios son ?
—Activamente estamos siete personas en la asociación, aunque en realidad somos más de 35 socios. Con todo, sólo hay unas pocas personas implicadas en la realización del Belén.
Existe un modelo cercano, que es el de Jerez. ¿Conviene copiar a los jerezanos?
—En su día nos presentamos en la Asociación de Belenistas de Jerez, cuando ellos presentaban su campaña navideña, y fue extraordinario. Aquellos belenes son para quitarse el sombrero, y aquí intentamos hacer algo así, copiando a Jerez en este sentido tradicional de lo que hacen, aunque tengamos nuestras propias ideas. Tenemos tan pocos recursos, que toca trabajar mucho.