El Ayuntamiento de Faraján ha habilitado el recorrido circular del camino que une el casco urbano con las cascadas.
Entre los múltiples atractivos turísticos, culturales y medioambientales con los que cuenta el
municipio de Faraján destacan dos imponentes saltos de agua conocidos como las Chorreras de
Balastar. Con el objetivo de poner en valor este impresionante paraje y hacerlo más atractivo, si
cabe, para recibir visitas de senderistas, el Ayuntamiento de Faraján ha habilitado el recorrido
circular del camino que une el casco urbano con las cascadas.
Hasta hace alrededor de un mes el recorrido para visitar las chorreras era lineal y no se podía
acceder al salto de agua situado en la parte baja del cauce del arroyo Balastar sin antes volver al
municipio para descender por otro sendero, esto se debía a que en el entorno se sitúan diferentes
fincas privadas. Tras las gestiones realizadas por el Consistorio, se ha logrado establecer un
itinerario circular, excepto en uno de sus tramos, por lo que desde el Ayuntamiento de Faraján se
ha querido reconocer y agradecer la colaboración de los dueños de las diferentes propiedades
privadas que limitan con el camino ya que, gracias a su buena disposición, se ha logrado
alcanzar un acuerdo que ha permitido que el sendero que llega hasta las Chorreras de Balastar
tenga un recorrido circular.
Por otro lado, cabe destacar que a principios del pasado mes de junio el Consistorio finalizó
unos trabajos que han contribuido a poner en valor el sendero y que consistieron en la
construcción de muros de piedra para evitar desprendimientos, la reparación de acequias y la
limpieza, arreglo y adecentamiento de alrededor de dos tercios del recorrido del camino, que en
su totalidad tiene 3 kilómetros de distancia.
Desde el Ayuntamiento de Faraján se ha animado a todas las personas que lo deseen a visitar
tanto el municipio como las Chorreras de Balastar, dos espectaculares saltos de agua de más de
20 metros de altura que se dan en la zona debido a la escarpada orografía del terreno y a su
relieve kárstico. Además, en el entorno se pueden observar numerosas acequias de canalización
y distribución de aguas construidas para aprovechar el abundante caudal de arroyo. Estas
acequias, excavadas en la propia roca, datan de la época musulmana y han sido utilizadas tanto
por los antiguos pobladores del asentamiento árabe de Balastar como por los actuales vecinos de
Faraján para regar sus árboles frutales y huertos, que se ubican en bancales. En el recorrido del
sendero también se hallan las ruinas de un antiguo molino que se servía de la fuerza del agua
para realizar su labor.
En los últimos años, Faraján en particular y los pequeños municipios que forman el Valle del
Genal en general están apostando de forma decidida por atraer visitantes, ya que el turismo rural
se está convirtiendo en un sector en auge en la zona debido a su riqueza paisajística y
medioambiental, la amplia oferta de actividades en contacto con la naturaleza y la exquisita
gastronomía tradicional.