El Gobierno local asumirá el coste de la subida del IPC del servicio de aguas y no lo repercutirá a los usuarios en sus recibos. Así lo ha anunciado el alcalde, el socialista Víctor Mora, quien explica que tras la revisión anual del precio del agua este año correspondía una subida del 8,7%, y el Gobierno local ha decidido no aplicar esta subida a los 34.000 usuarios y que sea el Ayuntamiento el que lo asuma. Para ello va a destinar unos 500.000 euros de las arcas municipales.
“Somos conscientes de la actual situación económica, muy complicada viendo los niveles a los que está el IPC y la subida de los precios de la energía y de muchos productos básicos”, indica el alcalde, que reafirma por tanto la apuesta municipal para evitar la repercusión del IPC en los recibos del agua a pesar de las pocas posibilidades municipales.
“Tenemos muy pocas competencias si nos comparamos con otras administraciones. Pero queremos colaborar, como hace el Estado con un bono de 200 euros para las familias. Esperamos que la Junta de Andalucía adopte también alguna medida en este sentido”, indica.
Mora recuerda que el año pasado ya se adoptó una medida similar. “El año pasado estaba en un 2,3% y significó para el Ayuntamiento unos 140.000 euros que asumimos para no repercutirlos en los recibos de las familias, industrias y comercios, que se bonificaron. Entendíamos que después de la pandemia había que tomar medidas”.
“Ahora vemos que el IPC de este año, para aplicarlo en 2023, está en el 8,7% y tendríamos que subir ese porcentaje a los 34.000 recibos. Calculado el coste estamos hablando de casi 500.000 euros, y hemos decidido asumir nuevamente este coste”, señala el alcalde.
