El todavía alcalde de Rota nos recibe en su despacho de Castillo de Luna, ya casi vacío de fotos familiares y los recuerdos que le han ido acompañando durante casi ocho años al frente del Ayuntamiento. En su mesa, todavía carpetas que firmar antes de que el día 5 de noviembre el Pleno acepte su renuncia de manera oficial.
¿Se siente aliviado ahora que ha dado el paso de presentar oficialmente su renuncia, o no estará tranquilo hasta que deje “su casa en orden”?
—Yo no estaré tranquilo hasta que haya otra persona que ocupe este puesto. Ésa es mi preocupación primordial ahora mismo, y mi idea, la que he tratado de transmitir todo este tiempo es la de que haya continuidad, porque creo que durante estos años el proyecto que hemos conformado entre el Partido Popular y Roteños Unidos ha sido muy beneficioso para Rota, y por tanto no hay motivos para romper este proyecto, lo único que pasa es que yo me encuentro en unas condiciones en las que no puedo seguir al frente, y me toca dar un paso atrás. Me ha costado mucho trabajo, porque personalmente he trabajado mucho para ser alcalde, pero entiendo que esta situación tiene que pasar a otra persona que venga con más energías hasta que yo me recupere, que puede ser que dentro de tres o cuatro años vuelva a estar al nivel y con las ganas necesarias para volver a la política.
Que usted tiene problemas de salud es de dominio público: a lo largo de este año se ha visto obligado a darse de baja a causa de sus problemas de hipertensión. Pero, ¿qué le dice a aquellos que opinan que usa estos motivos de salud como un pretexto para a su vez usarlo como herramienta política, arrastrando y llevándose por delante a su oposición?
—Soy una persona seria, y no estoy en condiciones de jugar con este tema. Esta ha sido una decisión personal mía, y ellos que hagan la valoración que quieran. Lo que está claro es que algunos se están frotando las manos porque con mi salida sus posibilidades son mayores, y tengo que decirles que hay gente en Rota a los que en política no les quieren, por su maledicencia, y la gente busca a gente positiva con ganas de construir e impulsar a este pueblo hacia delante.
En sus últimas intervenciones ha sugerido que se ha encontrado solo al frente del gobierno roteño. ¿Incluye éso a sus compañeros de equipo, o es que su propio carácter le ha hecho incapaz de delegar, cargando con más responsabilidades, a causa de su carácter perfeccionista?
—Mis compañeros me han dejado solo en algunos momentos, pero no con intencionalidad, sino porque en algunos momentos y ciertas decisiones las tiene que tomar uno solo, y al final para el ciudadano si algo sale mal el culpable es el alcalde, y eso lo vemos en la política nacional. Ésa soledad la tiene que tener el alcalde, forma parte de su papel. También influyen mis formas, soy sumamente responsable, y estoy metido en todos los charcos.
¿Es real la imagen que se empeñan en transmitir de unidad dentro del pacto de Gobierno entre PP y RRUU, o es que deben parecerlo de cara a la calle?
—En una familia de catorce personas que gobiernan de dos partidos, hay momentos de fricción, pero los nudos de un tapiz están por detrás, frente a la opinión pública solo queda el dibujo. Es verdad que hay momentos difíciles, propuestas que no encajan en los dos grupos, situaciones y competencias que interfieren en una delegación y en otra, y en esa medida yo he trabajado para que esa fricción no se diera, ya que lo importante es que las cosas salgan adelante. En estos siete años y medio hemos tenido la suerte de que esa fricción no se haya visto. Pero es verdad que ha primado la generosidad, y hemos conseguido crear un proyecto unánime.
Su último mensaje en la notificación oficial de su renuncia fue una petición clara de consenso hacia sus compañeros para la elección del nuevo alcalde o alcaldesa. ¿alguna novedad en ese proceso?
—Tenemos entre manos un proyecto ilusionante que hemos vivido durante estos siete años y medio, y especialmente estos tres años y medio, hay muchos proyectos que son nuestros y que están en marcha ahora mismo, y hay un interés claro en que las cosas sigan igual, tanto por parte de los concejales como de los partidos, pero no cabe duda de que siempre al final todo el mundo intenta tener mayor protagonismo. Yo les he pedido a mis compañeros generosidad, porque estoy seguro de que la persona que salga puede ser tanto de RRUU, donde hay varias alternativas, como del PP, pero debe salir con el respaldo de los catorce concejales. Cualquier otra situación significaría un fracaso, se rompería algo que ha costado mucho construir. Y en las próximas elecciones, la gestión que nos avala va a hacer que esta coalición saque mayoría absoluta. No si no vamos con la unidad que debemos. La opinión pública entiende que nosotros nos hemos movido por el interés por Rota, y debe ser nuestro objetivo por encima de los motivos partidistas, y aunque se presenten nuestros partidos de manera independiente, el trabajo por Rota debe ser su motivación, como hasta ahora.
¿Se ha sentido discriminado por ser un alcalde de un signo político diferente al que gobierna en la Diputación de Cádiz, como otros alcaldes anteriormente han denunciado?
—Absolutamente. Hemos tenido un cordón sanitario, como se le puso al PP a nivel nacional. Lo más grave de todo ésto es que se hizo con la connivencia de nuestros compañeros del PSOE de Rota, y por eso los acuso de traición. negarle a Rota el desdoble de la carretera no es fracaso mío, sino de ellos que están obstruyendo esta gestión.Sin embargo salen adelante los de Chipiona, Sanlúcar, el Puerto o Jerez. Lo mismo pasa con el centro de salud; Chipiona tiene dos, y nosotros teniendo dos edificios de propiedad municipal, nos están castigando sin él. El PSOE tiene parado el proyecto en Sevilla. Y por éso los ciudadanos les van a castigar. No buscan convencer, buscan vencer a toda costa. Rota ha hecho muchísimos proyectos, pero la estructura básica, como el abastecimiento de agua, las carreteras, dotaciones sanitarias y escolares, los suelos industriales... nos lo paran conscientemente.
Usted ha manifestado sin tapujos que si en su mano estuviera poder restarle poder al PSOE en Diputación, lo haría. ¿Le han propuesto esa posibilidad, acuerdos, pactos encaminados a ese objetivo?
—Las posibilidades de RRUU como partido independiente con 6.600 votos son pocas para alcanzar un diputado, tendríamos que hacer una coalición con PP o PA para restarle posibilidades a un diputado de IU o del PSOE. Para mi personalmente después de más de 30 años de PSOE allí, necesitamos oxigenar aquello. Tengo mucho interés en que se caiga esa estructura, montada para el mal de mi pueblo, y si yo pudiera participar lo haría, pero en mi partido político tengo una responsabilidad y existen distintos pareceres. Pero en mi experiencia, y después de todo lo que nos han castigado, creo con total seguridad que los ciudadanos de Rota van a postar por un cambio político en la Diputación de Cádiz. Ni los propios socialistas soportan el tufo que tiene aquello.
¿Qué va a hacer cuando deje la alcaldía?
—No lo sé, lo hablaré con mis compañeros. Me gustaría tener una participación más activa en el partido, para ayudarles en lo que necesiten, pero sobre todo volveré a mi trabajo normal. Hay muchas especulaciones, y lo cierto es que tengo muchas ofertas, pero lo que me apasiona es volver a mis orígenes, no olvidar quien soy y de donde vengo, porque así soy fiel a mi mismo y los que quiero.