Si los inicios del centro comercial Las Dunas estuvieron cargados de incertidumbre y polémica, con denuncias incluidas, la historia de la gran superficie comercial que abrió sus puertas en referencia de equipamientos comerciales de la Costa Noroeste, que cuenta con una población que en verano supera las 300.000 personas, no acaba de desarrollarse.
En los últimos años han sido varias las firmas comerciales de primer nivel que han cerrado los locales que mantenían en propiedad o alquilados a General de galerías Comerciales, la promotora de Las Dunas, y con una trayectoria satisfactoria en el resto de centros comerciales que gestionan en España, menos en el caso de Sanlúcar, donde seis años después de la puesta en marcha de Las Dunas, aún no han podido completar la oferta comercial y ni siquiera se plantean la puesta en marcha de la zona de ocio, esa espinita que tiene clavada la gran superficie desde su inauguración y que tanto la crisis como la gestión de Las Dunas ha impedido que se desarrolle. De hecho, no está ni siquiera en los planes de la gerencia del centro comercial, cuyo responsable, Bruno de la Quintana, confirmaba a Sanlúcar Información esta semana que “no hay perspectivas” para la puesta en marcha de la zona de ocio, al menos, “para este verano”.
Estaba previsto que la gran superficie comercial Las Dunas se constituyera como el referente comercial de la Costa Noroeste. Las previsiones en su inauguración pasaban por albergar un centenar de tiendas en sus 140.000 metros cuadrados, emplear a 2.400 personas y generar cerca de un millar de empleos indirectos. Las previsiones de General de Galerías Comerciales pasaban por recibir al año alrededor de 12 millones de visitantes contando con la llegada de los ciudadanos de las localidades vecinas, como Chipiona, Rota, Costa Ballena, El Puerto de Santa María, Jerez Sur, Trebujena y Lebrija. Lo cierto es que la promotora del centro comercial, en manos de Tomás Olivo, promueve y construye “los mejores centros comerciales de la última década en nuestro país”, tal y como reza en la página web del grupo. Son nueve los centros comerciales en el país que forman parte del grupo, más de 5.000.000 de metros cuadrados con más de 1.400 locales que generan 32.000 puestos de trabajo al año.
FALTA DE INVERSORES
La crisis económica, las cuestiones de planeamiento urbanístico y la competencia han sido los tres hándicaps a los que se ha enfrentado Las Dunas desde su apertura y que han impedido que a día de hoy, el centro comercial ofrezca a residentes y turistas una completa oferta comercial y de ocio.
Los problemas urbanísticos se solventaron en noviembre de 2009, tras la aprobación definitiva del Plan parcial de Rematacaudales, cuyas condiciones urbanísticas resolvían ampliar el centro hasta cumplir con el proyecto inicialmente previsto, esto es: una bolera, doce salas de cines, un gimnasio y dos medianas superficies en el exterior del centro comercial. Cinco años después, los dos edificios anexos a la gran superficie siguen vacíos y la zona de ocio se ha quedado en dos cafeterías y una franquicia de montaditos. Tras aprobarse el Plan parcial de la zona donde se ubica el centro comercial, sus promotores mantuvieron varias reuniones con el Ayuntamiento de cara a poner en marcha el resto del proyecto, reuniones que se fueron distanciando en el tiempo y que no se han vuelto a retomar, ante la ausencia de un proyecto a corto plazo para revitalizar la gran superficie.
En el momento de su puesta en marcha se hablaba de la llegada incluso de empresas como Leroy Merlin o Media Mark para ocupar las dos medianas superficies ubicadas en el exterior del centro comercial, pero lo cierto es que estas firmas han acabado implantándose en localidades cercanas que, pese a la crisis, sí han puesto en marcha áreas comerciales y de ocio con una oferta más atractiva para los clientes que la de Las Dunas.
Igual ha ocurrido con otras de las firmas que se asentaron en un principio en Las Dunas, como es el caso de C&A, Imaginarium, Casa, The Body Shop o Geox, que acabaron cerrando sus establecimientos. A principios de este año, fue la empresa Inditex la que ha decidido clausurar algunas de las tiendas que posee en Las Dunas. Han cerrado sus puertas Oysho y Zara Home, si bien finalmente se mantuvo abierta Massimo Dutti, una de las tiendas que la empresa pensaba cerrar como así llegó a comunicarlo a la plantilla. Ahora, la gerencia tiene previsto que en breve espacio de tiempo se abra una nueva tienda, una firma de joyería (Pandora) y recientemente ha abierto sus puertas un nuevo local dedicado a decoración.
En cuanto a la oferta de alimentación, el supermercado Alcampo se ha afianzado progresivamente en el municipio, ofertando nuevos servicios a sus clientes. La gran cadena de alimentación cuenta con un espacio de más de 7.000 metros cuadrados en los que invirtió 30 millones de euros. Más del 90% de su plantilla reside en Sanlúcar y en el momento de su apertura, fueron más de 4.000 los currículos que recibió para incorporarse a los 260 puestos de trabajo que ofertaba. Fue el primer supermercado de estas características que Alcampo abrió en la provincia de Cádiz y pese a los continuos rumores sobre su cierre, lo cierto es que se mantiene como uno de los principales atractivos del centro comercial.
Sin embargo, apenas a 30 kilómetros de distancia y ya inmersos en la crisis económica abría sus puertas el complejo comercial Luz Shopping, que ha conseguido el objetivo propuesto en un principio por los impulsores de Las Dunas. Además, y pese a la crisis, el complejo comercial ha conseguido sumar inversores e ir ampliando la oferta, de manera que se ha constituido como el principal parque comercial de la provincia, atrayendo a ciudadanos de todos los puntos de Cádiz y compitiendo directamente con la gran superficie sanluqueña.
A la falta de una atractiva oferta comercial, de ocio y restauración hay que añadir el fiasco en cuanto a las previsiones de empleo. En sus inicios se habló de ña creación de algo más de 1.800 puestos de trabajo, una cifra que se habría elevado a 2.400 si se hubieran puesto en marcha el resto de zonas comerciales y se hubiera culminado el cine, la bolera o el gimnasio.
Lo que comenzó postulándose como la mayor concentración comercial de Andalucía compite a día de hoy por su supervivencia, sin haber conseguido ultimar, seis años después de su apertura, su proyecto original.