Se acabaron los festivos y los chaparrones. Al Real han vuelto los rayos de sol y las buenas temperaturas, que subirán en los últimos retazos de la Feria más esperada, y también la tranquilidad, porque los días grandes pasaron el fin de semana de puente y ahora los que quedan son los que aguantan, los que pueden y los políticos, que inundaron este jueves en tromba y de todos los colores, primero la Portada y luego las casetas.
Este jueves se podía pasear por el Real, el número de carruajes y caballos descendía notablemente y, aunque en las horas centrales volvían a ser los reyes de del Real, el trajín de caseta a caseta se hacía con más holgura que en otras jornadas, sin bullas semanasanteras, más libertad para disfrutar del espacio aunque aún no esté cubierto por los farolillos que, empapados por los chaparrones, ya ha anunciado el Ayuntamiento que repondrá. Porque quedan aún dos días de fiesta y, sobre todo, el espectáculo final de los fuegos artificiales que pondrán fin a la Feria la noche del sábado.
La jornada tranquila para disfrutar que los amigos y familiares que aún no han escapado fuera de la ciudad o que no tienen que estar trabajando se trasladaba a las casetas, más espacio y menos bulla que agradecen camareros y cocineros tras la presión de los primeros días y el cansancio acumulado, porque la Feria de Sevilla es mucha feria y se trabaja y mucho.
Lo recordaba Macarena Olona, la candidata de Vox a la Presidencia de la Junta, pero también Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, que no esquivaba la polémica previa a la Feria y aseguraba que la mayoría de los caseteros “cumple con la normativa”. Eso sí, reiteraba que haber inspecciones, las hay y que se darán datos una vez acabe la feria.
Si la primera anunciaba que no iría a la caseta de UGT, porque los considera “los mayores traidores de la clase obrera, trabajadora", centrándose en las particulares cuyo recorrido no anunció “por seguridad”, la recepción del sindicato que lidera Carmen Castilla fue el centro de la actividad política: desde el presidente de la Junta, Juanma Moreno, hasta los ministros Yolanda Díaz, Alberto Garzón y María Jesús Montero, pasando por el candidato a la Junta del PSOE, Juan Espadas, y el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, se dejaron ver, saludar y departir amablemente.
Si una de las fotos principales la dio el encuentro entre Moreno y Olona en la puerta de la caseta en la que estaban reunidos los concejales de Vox, la otra foto fue la de la confluencia de las izquierdas, porque Díaz consiguió reunir a todos los movimientos que aún no están de acuerdo y a los que sólo les queda un día para conseguir un candidato. O una candidata, porque no se despegó de la actual portavoz parlamentaria de Unidas Podemos, Inmaculada Nieto, lo que sería un espaldarazo a IU frente a Juan Antonio Delgado, ganador de las primarias de Podemos.
Todos los políticos se dieron su baño de masas pertinente, cada uno tuvo los suyos e incluso el presidente andaluz se arrancó por sevillanas en la Portada tras verse rodeado de un grupo de mujeres, aunque quien echó alguna lagrimilla fue Yolanda Díaz cuando fue recibida al grito de presidenta en la Pecera y recibía el abrazo y agradecimiento de una de las militantes, que no hacía más que repetirle que “tienes que estar orgullosa”.
La vida, en las casetas
Política al margen, la vida del Real sigue entre rebujitos, platos de tortillas, fritos variados, mucha charla y algún que otro baile, porque las casetas siguen siendo la casa de los sevillanos y sus invitados en estas últimas jornadas que ya empiezan a marcar el final de la fiestas.
Y eso se deja ver en los datos que ofrece diariamente el Ayuntamiento, cuya sede, por cierto, sigue acogiendo diariamente a multitud de entidades en sus recepciones y que suele ser, también, punto de encuentro de sectores que realizan una labor destacada a lo largo del año.
Así, según el balance diario, el miércoles, a pesar de ser festivo, ya hubo menos actividad y Lipasam retiró 257.913 kilos de residuos, de los que 10.640 kilos eran de envases ligeros, 92.200 de vidrio, 7.280 de papel y cartón y 6.266 de aceites usados, cifras menos abultadas que las de días anteriores.
Igual ocurría con los transportes, con 120.512 personas transportadas por Tussam y 89.000 por el Metro, mientras que los vehículos en los aparcamientos habilitados (rotatorio y de abonados) ascendieron a 4.172, con un 70% de los pagos realizados con tarjeta, una de las novedades de este año. En cuanto a la entrada de carruaje, fueron 1.209 (807 matrículas únicas), y el pico dentro del Real se marcó a las 17.16 horas con 689.
En cuanto a las asistencias sanitarias, de las 212 contabilizadas tan sólo 12 necesitaron traslados hospitalarios mientras que de las 666 pruebas de alcoholemias realizadas por la Guardia Civil, 26 fueron positivas, y de las 598 practicadas por la Policía Local lo fueron 12.
También daba cuenta el Ayuntamiento de que se había completado, por parte del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento, la inspección a todas las casetas para minimizar los riesgos garantizando el cumplimiento de la normativa en materia de seguridad y contra incendios. Desde que comenzó la Feria, sólo se han registrado cinco conatos de incendio pero ninguno de envergadura.
Prueba de que la Feria de Abril en mayo ya llega a su fin es que el Ayuntamiento daba cuenta ayer también de su plan especial para el desmontaje de las casetas y que incluye en esta ocasión hasta convoyes escoltados por la Guardia Civil y Policía Local. El objetivo no es otro que “reorganizar y ordenar el acceso al Real de los vehículos de los operadores que prestan servicio en la Feria”.
Así, hasta las 4:00 horas del domingo no podrá acceder ningún vehículo al Real y a partir de esa hora podrán entrar los vehículos de menos de 18 toneladas que tendrán que ir en un convoy escoltado por la Guardia Civil y por la Policía Local que partirá desde un punto de acumulación previamente establecido. A partir de las 6:00 podrán acceder los vehículos de más de 18 toneladas, que igualmente tendrán que ir escoltados en convoy.
