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Sevilla

Julieta Venegas acaricia con su voz al cielo de la noche sevillana

Julieta Venegas cultiva el directo. Lo mima. Se le nota a gusto en el escenario, maneja su voz con soltura, sin forzarla, intima con su acordeón y lo acaricia

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Julieta Venegas en Icónica Fest.

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Julieta Venegas en Icónica Fest.

Julieta Venegas en Icónica Fest.

Julieta Venegas en Icónica Fest.

Julieta Venegas en Icónica Fest.

Julieta Venegas en Icónica Fest.

Julieta Venegas en Icónica Fest.

Julieta Venegas en Icónica Fest.

Julieta Venegas cultiva el directo. Lo mima. Se le nota a gusto en el escenario, maneja su voz con soltura, sin forzarla, intima con su acordeón y lo acaricia, a la vez que, ruda y potente, suelta estrofas que dejan sentencia. Julieta ha pasado por Sevilla anoche dejando su huella mexicana impregnada en el aire de una noche de luna llena de julio.

Se subía la creadora de algunos de los éxitos del pop latino más sonados de los últimos 20 años al escenario de Icónica Sevilla Fest, un festival que esta noche hizo doblete de música llegada del otro lado del Atlántico, porque nada más terminar le cogieron el relevo los colombianos de Bomba Estéreo.

Pero antes de eso, Julieta. Al acordeón, al piano, sola con su voz, ha demostrado sobre el escenario de la Plaza de España de Sevilla que si un artista no empatiza con el público, una parte de su carrera no sirve de mucho, y los 4.000 que han acudido lo han comprobado, compartiendo con ella canciones a coro como verdaderos seguidores, los que van a los conciertos con las letras en la cabeza y los móviles en el bolsillo.

Canciones que suenan a nostalgia, como ‘Un lugar’, o temas que recuerdan “el miedo que tenemos las mujeres a salir solas por la noche”, que para eso creó ‘Caminar sola’, que profundiza “en un diálogo que tenemos que retomar las mujeres, porque la posición que tenemos en la noche es algo que hay que cambiar en la intimidad”, desde las conversaciones con hermanos, padres o parejas. Para eso escribió “Me quiero quedar aquí bailando / pero no puedo no, no, no puedo / porque tengo miedo de salir / a caminar sola por ahí”.

“Cuánta alegría, qué bonito”, suspira ante su gente, y sigue el concierto, y repasa sus creaciones, y se detiene en una ‘Despechada mexicana’ que, guitarra en mano mientras descansa su orquesta, lanza al aire sevillano: "Cada letra en nuestra historia quedará, estoy segura. No te olvido, pero me toca sacarme”.

Quedaba todavía ‘Limón y sal’, con ella al piano, que hasta los menos fans de Julieta se saben de memoria, y la casi despedida con ‘Me voy’, uno de sus temas icónicos, que el 28 de marzo de 2026 cumplirá 20 años de oído en oído en discos y plataformas de todos los rincones del planeta musical, presenciado todo ello de una espectadora que agitaba con ganas una bandera tricolor mexicana.

Reservaba para el final ‘El presente’, todo un contrasentido gramatical para dejar con buen sabor de boca a un auditorio que, solo minutos después, tiene delante a los colombianos de Bomba Estéreo. Sí, la noche de Icónica Sevilla Fest parecía la antesala de los Grammy Latinos, que la ciudad acogerá el próximo 16 de noviembre.

Lo de este grupo es para que se analice a fondo, sin un estilo definido pero con muchos al mismo tiempo, con ritmos tropicales, música electrónica y letras vibrantes, que le han valido, entre otras cosas, para que en 2015 su disco ‘Amanecer’ lo metiese la revista Rolling Stones en la lista de los 50 álbumes de ese año.

Desde ‘Pájaros’ a ‘Ojitos’, han tirado de todo su repertorio de experiencia musical para quedarse de la mano con el público sevillano, solo 13 años después de sacar su primer disco y ya metidos en una indiscutible madurez artística.

Al filo de la una de la madrugada ha terminado la noche más latina del festival andaluz, que todavía tiene en la chistera los nombres de Marco Antonio Solís, Fito Páez o Laura Pausini en su cartelera de este año, que cerrará a tiempo para que la madrugada del 23 de julio salgan de la plaza corriendo los rezagados que tengan que ocupar una mesa electoral en mitad del icónico verano sevillano.

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