Los resultados de la intervención que se acomete desde hace un año en las cubiertas de la Iglesia de la Anunciación ya son visibles. A partir del próximo año Sevilla contará con un nuevo atractivo turístico y de gran valor cultural, patrimonial y arquitectónico. Las cubiertas de la Iglesia de la Anunciación, situada en la calle Laraña, podrán ser visitadas por el público a partir del mes de enero del 2024.
Las obras que se están realizando corresponden a la primera fase del Plan Director de Restauración Integral de la iglesia, que tiene como objetivo principal frenar la entrada de agua al templo y la restauración de elementos de alto valor patrimonial situados en las cubiertas del templo renacentista.
Francisco Montero, director general del Espacio Universitario de la Universidad de Sevilla ha destacado el valor de todo el patrimonio de la US y en concreto de la iglesia, resaltando que esta iglesia “es el lugar fundacional de la universidad y por tanto, uno de sus espacios más simbólicos que le aportan más identidad”.
La restauración está liderada por un equipo pluridisciplinar compuesto por dos arquitectos, Antonio Campos y Adán Ramos, como directores de obra, un arquitecto técnico, Jesús Ruiz, como dirección de ejecución, un restaurador, Daniel Peinado, como jefe de obra, y una coordinadora técnica de la universidad, Eugenia Garrido.
El programa de la obra, que comenzó en el mes de julio del pasado año, se ha organizado para avanzar de las cotas más altas a las más bajas siendo la linterna el primero de los elementos a tratar, sustituyendo su estructura metálica por fibra de carbono, evitando así futuras oxidaciones. También, se han tratado los muros que soportan la cúpula principal y que se asientan sobre la cubierta principal de la iglesia.
Además, se está actuando en los elementos situados en la cubierta como la cerámica vidriada de cúpulas, cupulines y pretiles, la balaustrada de piedra, los cerramientos de fábrica de ladrillo o los pináculos, entre otros, sobre los que se aplican tratamientos de limpieza, consolidación y restauración o reposición. Para ello, están utilizando, en la medida de lo posible, los mismos materiales con los que fueron construidos con el fin de recuperar sus valores patrimoniales a la vez que se garantiza su durabilidad. También, se está limpiando y reponiendo la cerámica encargada a un taller de Triana que conserva la misma técnica artesanal de la época de su construcción.
Debido a su gran valor patrimonial, este templo, que data del siglo XVI, cuenta con el mayor grado de protección existente y fue catalogado como Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento en el año 1931, además desde hace más de 50 años reside la Hermandad del Valle.
