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Sevilla

Tapón al Mundobásquet

El Mundobásquet es una metáfora de la trayectoria de Zoido de prometer lo máximo para acabar cumpliendo lo mínimo

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  • Presentación -

El Ayuntamiento ha ratificado la decisión del Consejo de Gobierno del Instituto Municipal de Deportes (IMD) de retrasar hasta enero de 2014 las obras de remodelación que necesita el pabellón de San Pablo para acoger en septiembre del año próximo partidos del Campeonato del Mundo de Baloncesto, del que Sevilla se convirtió en subsede previo acuerdo con la Federación Española en la etapa final de Monteseirín como alcalde (2010)  a cambio de un desembolso municipal de 1,8 millones de euros.

Al igual que posteriormente argumentó Zoido para, apenas llegar a la Alcaldía, adquirir los derechos para organizar en Sevilla la final de la Copa Davis de tenis, el gobierno de Monteseirín se basó en los hipotéticos beneficios que el Mundobásquet reportará a la ciudad, estimados en aquel entonces en 25 millones de euros, pese a que en el momento del acuerdo ya se soportaban dos años de crisis económica y a que finalmente no parece probable que ninguna de las dos selecciones con más tirón en la taquilla, las de España y Estados Unidos, acaben jugando partidos aquí.

La Davis como precedente
De momento esta cifra es un futurible, ya que aún falta casi año y medio para la celebración del campeonato de la canasta, pero el balance económico de la Copa Davis fue de pérdidas por un millón de euros para las arcas del Ayuntamiento. El negocio, en todo caso, fue para hoteleros y hosteleros, los presidentes de cuyas patronales se mostraron tan satisfechos por el impacto de la Davis en sus negocios que dijeron estar dispuestos a patrocinar no uno, sino tres eventos deportivos similares con tal de que vinieran a Sevilla.

Dado el antecedente de la final tenística ante Argentina y sus promesas durante la campaña electoral y tras su toma de posesión como alcalde, Zoido no ha renegado del Mundobásquet heredado de Monteseirín, sino todo lo contrario, y lo más que ha hecho en este tiempo ha sido renegociar con la Federación que preside el sevillano adoptivo José Luis Sáez los plazos para el abono del canon de 1,8 millones comprometido.

La evolución de Zoido con el Mundobásquet es una metáfora de prácticamente toda la política del alcalde desde sus tiempos en la oposición y la campaña electoral hasta las vísperas del ecuador de su mandato, en que ahora nos encontramos: prometer lo máximo para acabar cumpliendo lo mínimo.

A pesar de la galopante crisis que sufría el país hace dos años, con cinco millones de parados entonces, Zoido prometió en vísperas de las elecciones municipales de mayo de 2011 un gran pabellón de deportes que ubicaría, según su programa, en Los Bermejales, en línea con la posición expresada año y medio antes por el presidente de la FEB, José Luis Sáez.

Al recibir el premio de la Asociación Empresarial de Agencias de Viaje de Sevilla (Aevise) por apostar por nuestra ciudad como sede de competiciones internacionales de baloncesto (también organizamos el Europeo de 2007), Sáez declaró que en Los Bermejales había una parcela, colindante con aquella en la que se iba a alzar la desechada mezquita, en la que podía construirse “perfectamente”  un nuevo pabellón multiusos para el Mundobásquet 2014, a fin de dar relevo al viejo pabellón de San Pablo.

En esa sintonía, Zoido mostró en una recreación en tres dimensiones el futurista pabellón que proponía en Los Bermejales, con una cúpula verde a imitación de ‘El nido del pájaro’ de los Juegos Olímpicos de Pekín, más pistas de tenis y campo de fútbol al aire libre en un espacio anexo. El proyecto incluía hasta una pista de esquí con nieve artificial, como la de otras grandes ciudades europeas, y una piscina olímpica.

Coste cero
Tres meses después de su elección como alcalde, Zoido recibió en el Ayuntamiento al presidente de la FEB con motivo de la llegada a Sevilla de la copa de campeona de Europa lograda por la Selección. Ambos coincidieron en sus declaraciones en el sentido de que la ciudad contara con un nuevo pabellón multiusos de cara al Mundobásquet 2014 y sin costes para el Consistorio. Zoido dijo textualmente: “Vamos a recorrer el camino juntos para tener ese pabellón. Vamos a intentar atar flecos porque tenemos que ir a contrarreloj y no perder ni un minuto, porque la creación de una nueva infraestructura a coste cero para las arcas municipales será una fuente de riqueza permanente. No podemos perder la oportunidad”.

En noviembre de 2011, el Ayuntamiento filtró el proyecto del pabellón multiusos a coste cero para la ciudad, con cambio de ubicación de Los Bermejales a la isla de la Cartuja para satisfacer los deseos del grupo promotor: una empresa israelí  con socios españoles, la cual venía de la mano de Sáez y de la Federación y cuyo modelo de negocio era el O2 World de Londres y Berlín.
Se trataría de un complejo que lo mismo permitiría organizar una competición deportiva de alto nivel que un concierto de una estrella musical, al tiempo que, en su entorno, disfrutar de una oferta complementaria de cines en 3D, comercios, restaurantes y hasta salas para eventos y celebraciones.

Decathlon se hartó
La primera consecuencia de este cambio de ubicación, que no se conocería hasta un año después, fue la paralización del proyecto previo de Decathlon de construir en la misma zona, al lado del estadio de la Cartuja, una nueva superficie comercial complementada con instalaciones deportivas. La inversión prevista era de 20 millones de euros, con la creación de 180 empleos.
El Ayuntamiento estuvo dando largas a Decathlon, en espera de que se materializara el proyecto israelí del pabellón multiusos que apadrinaba el presidente de la Federación de Baloncesto, pero al final, ninguno de los dos. Decathlon se cansó de esperar a que le aprobaran una modificación urbanística prometida y que contaba incluso con el visto bueno de la Junta de Andalucía para su ratificación, y los empresarios israelíes demostraron carecer de fondos para abordar su proyecto y acabaron haciendo también mutis por el foro.

Así que Zoido se vio obligado a cambiar de discurso sin dar demasiadas explicaciones. En agosto del año pasado, tras haber viajado a los Juegos Olímpicos de Londres para ver jugar a la Selección de baloncesto (medalla de plata al final), el alcalde admitió que “no se había concretado el pabellón por la iniciativa privada”, por lo que la alternativa consistía en “la ampliación y consolidación” del viejo pabellón de San Pablo, para lo cual el Ayuntamiento buscaría patrocinadores, a fin de que las obras tampoco costaran dinero a los sevillanos.

Sin patrocinios
A estas alturas, según ha reconocido Mar Sánchez Estrella, delegada de Deportes, no se ha captado ningún patrocinio y el Ayuntamiento se ha visto obligado a detraer 170.672 euros de la partida de 300.000 que había consignado en los Presupuestos para remodelar el pabellón de San Pablo, con el argumento de que como todavía queda casi año y medio para el Mundobásquet  hay tiempo para acometer esas reformas y que ese dinero se precisa para realizar trabajos urgentes en los barrios, caso del arreglo de la piscina del Tiro de Línea y del calentador de la piscina de Alcosa y de los muros de Entreflores y de La Oliva.

La modificación presupuestaria, menos de cuatro meses después de la aprobación de los Presupuestos, envía varios mensajes negativos a la opinión pública:
1) Que Zoido incurre en los mismos vicios que tanto criticaba a Monteseirín de recurrir a modificaciones de las partidas municipales, con la agravante en su caso del escaso tiempo transcurrido desde la aprobación de los Presupuestos.
2) Imprevisión, porque si falta casi año y medio para el Mundial y da tiempo a remodelar San Pablo, holgaba entonces la consignación de 300.000 euros para esa finalidad en lugar de para arreglar instalaciones deportivas en los barrios.
3) Falta de rigor, porque en puridad la única obra que podría considerarse como un imprevisto y que justificaba una modificación presupuestaria, pero de tan sólo 27.984 euros (debida, por otra parte, a la incapacidad municipal para cobrarle al seguro el importe de la póliza), es el arreglo de la cubierta de la piscina del Tiro de Línea, hundida por el temporal del mes de enero. El resto de actuaciones se precisaba tiempo ha y, sin embargo, no se habían dotado en los Presupuestos, al igual que tampoco el dinero para el proyectado traslado del IMD al polígono del Arte Sacro, cuyo coste (52.470 euros) supone un tercio de toda la modificación y nada tiene que ver con los barrios.

El balance de la situación, casi dos años después de su acceso a la Alcaldía y pese a sus promesas electorales es que Zoido no ha levantado aún el pabellón de las pistas de esquí en Los Bermejales, ni la alternativa en la Cartuja a coste cero para la ciudad; ha dejado irse a Decathlon, no tiene patrocinadores para la reforma de San Pablo y le ha quitado al único pabellón existente en la ciudad la mitad del dinero en los Presupuestos.

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