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Sevilla

Condenado por apuñalar a un policía nacional junto a una discoteca

A cinco años de cárcel

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La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cinco años de cárcel a un ciudadano colombiano que apuñaló con un cuchillo de cocina a un policía nacional que intentaba interceptarlo tras una violenta reyerta ocurrida en una discoteca ubicada en el polígono industrial San Jerónimo de la capital.

   En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Primera de la Audiencia condena a W.S.B. a cinco años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa y al pago de una multa de 180 euros por una falta de lesiones cometida sobre un segundo agente, así como a indemnizar a ambos policías con 235.000 euros.

   Fue el 14 de abril de 2013 cuando se produjo una violenta reyerta en la discoteca 'Amanecer Latino' entre clientes del establecimiento, por lo que "ante lo alarmante de la situación" alguno de ellos llamó a la Policía, acudiendo al lugar dos agentes con sus uniformes reglamentarios, siendo por tanto su condición de agentes de la autoridad "manifiesta, visible y patente".

   Una vez en el lugar, los policías hallaron a una persona herida que estaba siendo atendida por una ambulancia, tras lo cual decidieron entrar en la discoteca al apercibirse de ruidos de cristales y botellas rotas, existiendo además voces "sintomáticas" de que la reyerta continuaba.

   En esta tesitura, se apercibieron de que una persona salía "apresuradamente" y a la carrera de la discoteca, alejándose del lugar, por lo que los policías pensaron que podía tener alguna relación con la situación de violencia que se acababa de producir, de manera que intentaron interceptarla dándole el alto.

   No obstante, el acusado "hizo caso omiso de la orden" y "lejos de acatar el claro y obvio mandato policial" se alejó de la discoteca y llegó al lugar donde tenía aparcado su coche, "perseguido en todo momento y a muy corta distancia por los dos policías".

EL POLICÍA PORTABA UN CHALECO ANTICUCHILLOS

   Cuando llegó al coche, el acusado sacó de la guantera un cuchillo de cocina con una hoja de 20 centímetros de longitud con el que asestó una puñalada a uno de los policías entre el tórax y el abdomen, "justo a la altura del cuerpo donde existen órganos y vasos vitales".

   El agente portaba un chaleco antibalas y anticuchillos que impidió que la puñalada le causara lesiones, "que en otro caso hubieran sido muy graves, mortales incluso", ya que si no hubiera gozado de dicha protección, la cuchillada hubiese afectado a órganos y arterias vitales, como el hígado e incluso el corazón.

   Finalmente, los dos agentes consiguieron "a duras penas" reducirlo pese a que el acusado les ofreció "una fuerte y tenaz" resistencia, estableciéndose una lucha que acabó con los tres en el suelo, sufriendo lesiones los dos agentes intervinientes.

   La defensa del acusado alegó que su cliente golpeó al agente porque no sabía que era policía, sino que pensaba que era una de las personas que acababan de agredirlo en la discoteca, pero esta tesis "no es correcta", ya que "oyó las voces del alto y porque en su huida giró la cabeza y miró hacia atrás en varias ocasiones", una circunstancia que "nos obliga a afirmar que cuando se percata de que alguien lo coge por el brazo, sabe perfectamente que se trata de la Policía que lo persigue".

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