La tercera fase del templo gótico mudéjar de Santa Catalina en Sevilla, que supone la restauración interior y excavación arqueológica, comenzará previsiblemente después del verano y contará con un presupuesto que superará los dos millones de euros. Se trata de la fase final de la restauración de esta iglesia, que el Arzobispado de Sevilla espera esté restaurada para finales de 2017.
"Espero bendecir la iglesia restaurada en torno a finales del año 2017", ha indicado este miércoles en rueda de prensa el arzobispo, Juan José Asenjo, que ha estado acompañado por el arquitecto Francisco Jurado, y el ecónomo diocesano, Alberto Benito, en la presentación de esta tercera fase que supone la fase final de la restauración de la citada iglesia, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1985 y cerrada al culto desde 2004.
La propuesta de esta tercera fase incluye el análisis y valoración de las distintas estructuras arqueológicas encontradas para tomar decisiones sobre su conservación; la eliminación de humedades procedentes del subsuelo, rodeando al templo de una cámara de ventilación; o la consolidación de las estructuras arqueológicas surgidas, de modo que puedan integrarse en un itinerario visitable bajo el nivel de culto, porque Jurado afirma que se va a respetar la cota conocida del interior.
Además, se potenciará la luz natural a través de óculos y vidrieras, que se van a restaurar, y la iluminación será de Leds "para que no haya ultravioletas que ataquen a las pinturas y los bienes muebles" y destaque la riqueza artística de Santa Catalina, explica el arquitecto. Igualmente, se llevará a cabo la renovación interior de acabados, pavimentos e instalaciones, con lo que el templo recuperará su aspecto primitivo; se intentará recuperar la imagen del arco original mudéjar de la entrada; y se realizará la restauración y estudio de los revestimientos y bóvedas de la torre/alminar.
INVERSIONES
En cuanto al presupuesto, Benito ha apuntado que la inversión para esta tercera fase, a la espera de que las empresas presenten las ofertas para su ejecución, superará los dos millones de euros. En cuanto a las cifras totales de los ejecutado hasta la fecha, ha dicho que la primera fase y la segunda suman "aproximadamente dos millones de euros de lo cuales el Ayuntamiento de Sevilla ha financiado un 40 por ciento y la Archidiócesis otro 40 por ciento".
Además, señala que en la primera fase hubo una aportación de la Consejería de Cultura que "sumando estas dos fases supone un 19 por ciento del total", y había una aportación extraordinaria --en la segunda fase-- de Fundación la Caixa de 150.000 euros, lo que "supone un uno por ciento del total de lo ejecutado hasta la fecha".
Además, según el proyecto de ejecución presentado por Jurado, para esta tercera fase "estaríamos hablando de una inversión de alrededor de 2 ó 2,5 millones de euros", que sería "el tope", toda vez que ha apuntado que al finalizar la tercera fase el total de financiación de la Archidiócesis "sería de un 45 por ciento de todas las obras, y por parte del Ayuntamiento, si se cumple el desarrollo del protocolo de colaboración firmado en diciembre de 2014, todavía pendiente de detallar, su aportación sería también de un 45 por ciento".
No obstante, aclara que el Ayuntamiento de Sevilla, según el protocolo de diciembre de 2014, "participaría en un 50% de esta última fase, de modo que su participación no iría más allá de un millón o 1,2 millones de euros".
Del mismo modo, Benito ha señalado que la Consejería "no aportará nada" en esta tercera fase, y estimamos que habrá aportaciones de entidades privadas". En este sentido, destaca que la se han entablado negociaciones con la Fundación Endesa para que subvenciones todo lo relativo a la iluminación artística "por valor de unos 150.000 euros, según lo calculado". Benito también estima la valoración de bienes muebles en unos 400.000 euros, que están incluidos en la cifra final de esta tercera fase.
Además, ha afirmado que Santa Catalina se lleva casi la totalidad del presupuesto de la Archidiócesis para obras en el presente ejercicio, con lo cual "si no tuviésemos esta aportación pendiente de definir por parte del Ayuntamiento pues tendríamos que buscar financiación a través de entidades financieras para ejecutar la última fase en el menor tiempo posible". Pero, apunta, "la obra se va a acabar sí o sí, es cuestión de ajustar las cifras".
SEGUNDA FASE
La segunda fase, correspondiente a restauración de fachadas y excavación arqueológica y finalizada el pasado mes de septiembre, incluyó trabajos en el interior del templo, con la eliminación de humedades, consolidación de estructuras, eliminación de añadidos o elementos que desvirtuaban la lectura correcta del edificio y la recuperación de la luz natural a través de óculos, además de la restauración de la torre y la terminación del exterior de la iglesia mediante la colocación de sus motivos geométricos originales.
Durante su intervención, Jurado ha indicado los detalles de esa restauración, entre los que se encuentran algunos como que en la torre "ha aparecido la recuperación de la geometría" de los paños, y además en la parte superior de la torre se han cambiado las almenas, y en el caso de la gárgolas, que se piensa son del siglo XVIII, "solo funcionaba una y ahora funcionan las ocho que hay".
En cuanto a los colores de la fachada, "hemos seguido un criterio estricto porque se ha querido diferenciar lo que es la parte mudéjar, la parte original, de los cuerpos añadidos en época Barroca y posteriores". Además, "se ha recuperado la decoración de franjas en el ábside", y "se han mantenido los colores rosaceos de cuando se construye la Sacramental en el siglo XVIII", de la que "se han recuperado los pináculos en su perfil original".