La presentación el jueves 12 de mayo de los resultados trimestrales de Abengoa, en los que la empresa arrojó pérdidas netas de 340 millones de euros, mostraron también el tremendo tajo laboral realizado en los tres primeros meses de 2016. Y qué criterios se están siguiendo para aplicarlo desde la dirección de RRHH que ocupa Álvaro Polo, uno de los directivos más cercanos y fieles al expresidente Felipe Benjumea.
Así, la empresa ha perdido un 36% de su plantilla media respecto al cierre de año 2015. Ha pasado de 28.121 empleados a 17.954. Y las medidas de ajuste continúan ya que el 3 de mayo se presentó un ERE y un Erte en la filial Inabensa, que tiene mil empleados en España. La amplitud de ambos expedientes está aún por concretar. Abengoa tiene, por este orden, seis categorías laborales: directivo, mando medio, ingenieros y titulados, asistentes y profesionales, operarios, y becarios.
En esa pérdida de 10.167 trabajadores se ha seguido de todas formas un criterio de recortar especialmente en la base, en las categorías más bajas. Así, mientras que en el epígrafe directivos el descenso es de 54 menos, hasta 494 (un 10% menos), el de operarios el recorte es de un 43,5%, hasta 9.720 personas: un descenso de 7.513 trabajadores en esta categoría.
Dicho de otra forma: se prescinde de un directivo por cada 140 operarios de base. Muchos de estos operarios han sido despedidos en América, tanto en EEUU como en Brasil.
Despido libre
En este último país, Abengoa detalla que entre el 31 de marzo de 2015 e idéntica fecha de este año, la plantilla ha descendido un 29%, hasta 9.754 personas. La paralización masiva de grandes proyectos de construcción de líneas eléctricas en el país carioca llevó a proyectar miles de despidos desde finales del pasado año, que se han materializado en el primer trimestre de 2016.
En EEUU, en el mismo periodo anual, la caída es la mayor de todos los mercados en que opera Abengoa: un 63% menos, hasta sólo 660 personas. El cierre de plantas de etanol estadounidenses, el abandono de proyectos (como el de una central en Oregon que he degenerado en una reclamación judicial) y la clausura de oficinas, junto con la existencia del despido libre en el país, han espoleado esta fuerte pérdida de personal en EEUU.
Si se compara la relativamente escasa poda de la cúpula directiva con el escalafón más bajo, por debajo de los operarios, los becarios, la diferencia también es significativa. Sale de la empresa un directivo por cada siete becarios. Los empleados en prácticas eran sólo 200 a final de marzo, desde 620 a final del pasado año. A muchos de ellos no se les ha renovado la beca o se les ha rescindido pese a que la mayoría cobra sólo unos cientos de euros.
Un fuerte descenso sufre también la cifra de ingenieros y titulados, que cae el 27,6% hasta 3.428 personas. Por su parte, la categoría de mandos intermedios agrupa a 1.635 personas, un 19,3% menos. Por último, el escalafón de asistentes y profesionales asume un recorte del 16,2% de sus efectivos, hasta 2.477 a marzo pasado.
Los nuevos dueños de Abengoa desde junio, banca y bonistas, están presionando al grupo para que ajuste más sus costes laborales.
Yield: 22,8 millones en pérdidas
El comportamiento económico de la principal filial de Abengoa, Atlantica Yield (antes, Abengoa Yield) sigue siendo decepcionante. La firma, a la que se han traspasado entre junio de 2014 y final de 2015 los mejores activos de Abengoa antes de que la matriz entrara en preconcurso, perdió en el primer trimestre de 2016 casi el doble que en el mismo periodo de 2015: 22,8 millones de euros.
Además, la empresa nacida como compañía de reparto de dividendo entre sus accionistas ha vuelto a retrasar la toma de una decisión sobre cuándo y cuánto retribuir a sus socios. La empresa ya suspendió la entrega de dividendo en el último trimestre de 2015 ante la crisis de la matriz, y en el primer trimestre de 2016 tampoco ha dado rentabilidad a sus accionistas.
Yield está dirigida, según ratificó la junta de socios de Yield el pasado 11 de mayo, por Santiago Seage, el exconsejero delegado de Abengoa que declaró el preconcurso y, acto seguido, cesó en el cargo para pasar a dirigir la Yield en noviembre de 2015. Seage es el uno de los directivos más fieles al expresidente de Abengoa, Felipe Benjumea.
Las pérdidas y la congelación del dividendo se producen pese al alza de los ingresos hasta 180 millones en el trimestre, un 74% más. El aumento de la mayoría de costes anuló esa mejora de ventas.