Este próximo jueves los 123 hermanos mayores de Sevilla elegirán al cofrade que presidirá el Consejo de Hermandades durante los próximos cuatros años. Y son dos los que optan al cargo.
Por un lado, Joaquín Sainz de la Maz, ex hermano mayor de la Macarena, presidente de la junta rectora de las Nieves y actual presidente de Manos Unidas en Sevilla. Y por otro lado, Enrique Esquivias de la Cruz, ex hermano mayor del Gran Poder y pregonero de la Semana Santa de Sevilla en 2007.
De esta manera atendián a las preguntas de
El Programa de
Ondaluz Sevilla a sólo días de las elecciones que cierran el curso cofrade.
¿Qué debe significar el Consejo de Hermandades para Sevilla?
Joaquín Sainz de la Maza (J) - Es una institución de relevancia, que tiene que tener el prestigio que corresponde a los integrantes, que son las hermandades, y el respeto de todas las instituciones. Porque aunque la institución sea conocida como la organizadora de la Semana Santa no es solamente eso. También hay procesiones sacramentales, de glorias y muchísimas actividades a lo largo del año. Hay que fortalecerla día a día y me gustaría recalcar que debe ser para la ciudad de Sevilla el símbolo de la unidad de todas las hermandades y cofradías.
Enrique Esquivias (E) - Es el organismo que aglutina y representa a todas las hermandades. En ese sentido, la Junta Superior tiene una importancia y una responsabilidad que es la propia representación. Cualquier acto que organiza el Consejo tiene una repercusión que atañe a todas las hermandades y por lo tanto también a la ciudad. Debe ser un organismo que cuide mucho sus acciones y que tenga siempre presente cual es la voluntad de las hermandades.
¿Cuáles son los tres pilares de su proyecto?
J - El primer pilar es recuperar la confianza de los hermanos mayores y a su vez recuperando el prestigio moral de la institución. También hay que prestar un servicio a todas las hermandades, sin distinción. Es decir, poner en práctica todo lo que está en los Estatutos. Y por supuesto ofreciendo un asesoramiento no sólo jurídico, sino económico, técnico, artístico y de cualquier otra índole. Y en tercer lugar, ser un presidente por y para todas las hermandades de Sevilla.
E - Eficacia. La Junta Superior del Consejo sobre todo tiene que ser un órgano eficaz, que resuelva problemas, no que los cree. Humildad en el trabajo. Debe ser un organismo que haga las cosas de la manera más discreta posible, sin llamar la atención. Y además pensamos que la Junta Superior necesita ahora mismo una renovación.
Sus propósitos para las hermandades penitenciales
J - No cabe duda que son las más numerosas. De 123 que hay, 70 son penitenciales. Es decir, son la mayoría. Nadie duda de su importancia. Nadie duda de que son las más conocidas. Nadie duda que son las que generan más recursos. Por lo tanto, hay que agradecerles el servicio y la solidaridad que están teniendo con las demás hermandades. Y a su vez también ofrecerles toda la capacidad de escucha que uno pueda tener para trabajar conjuntamente con ellas en la resolución de cualquier problema que haya o pudiera existir.
E - Las hermandades de penitencia que suponen el sustento económico del Consejo y que, si se me permite la expresión, son las que deben tirar del carro, tienen una circunstancia y es que cualquier cosa que realizan tienen una repercusión muy notoria. En ese sentido, creemos que deben ser prudentes y deben cuidar mucho lo que hacen y su imagen. Y por supuesto, tenemos que tener una dedicación muy especial a lo que debe ser la organización de la Semana Santa. Es quizás lo más delicado, aunque no lo único, sobre lo que la Junta Superior debe trabajar. Sirve de escaparate para la ciudad y para el resto de la Iglesia sevillana, y por lo tanto tiene salir como un reloj.
Sus propósitos para las hermandades de gloria
J - Conozco muy bien la problemática de estas hermandades. He convivido con las hermandades de gloria, sobre todo durante mi tiempo como presidente de la Junta Rectora de la hermandad de las Nieves y tengo muy buena relación con todas ellas. Y son hermandades importantísimas, sin olvidarnos de algunas de ellas hace siglos absorbieron a hermandades de penitencia. Hoy día, gracias a Dios, viven en un momento de esplendor, con una riqueza impresionante y unas procesiones fantásticas. Sin olvidarnos en esta etapa de una persona que tanto hizo por ellas, la figura de Juan Martínez Alcalde. Por lo tanto, hay que potenciarlas, tratarlas con muchísimo mimo por lo que representan. Y si salimos elegidos, habrá que estudiar la posibilidad de retomar el convenio de restauración que ya hubo.
E - Son un tesoro, para muchos oculto, que tiene la ciudad y la Iglesia de Sevilla. Así que todo lo que sea potenciarlas me parece necesario y en cualquier caso siempre será poco. Me consta que en muchos casos las hermandades de gloria tienen necesidades de recursos humanos y económicos. Por lo tanto, en todo aquello que pueda ayudar la Junta Superior para fomentar esas hermandades y para ayudarlas en lo personal y en lo patrimonial todo trabajo estará bien hecho y recibido.
Sus propósitos para las hermandades sacramentales
J - En otras hermandades veneramos a imágenes y lo visible nos lleva al amor de lo invisible. Y en las hermandades sacramentales lo que hacemos es adorar a Jesús Sacramentado. Además, la importancia que estas tienen en los momentos actuales de laicismo y secularización es grandísima. Y nosotros, si salimos elegidos, desde el Consejo tenemos que potenciar todos sus actos y cada vez más.
E - Estamos hablando de las hermandades que veneran directamente al Santísimo Sacramento. Aquí hay que ser muy prudentes y muy cuidadosos. Las hermandades sacramentales necesitan un cuidado y un mimo especial por parte de la Junta Superior y de todas las hermandades de Sevilla.
¿Cómo deben ser las relaciones con el Arzobispado y el Ayuntamiento?
J - Las relaciones con el Arzobispado tienen que ser muy fluidas, ya que el Consejo es el órgano que representa a todas las hermandades de Sevilla. Tenemos siempre que ponernos a su disposición y recibir su asesoramiento en diferentes materias. Y en lugar de pedir y pedir y de siempre estar pidiendo, también nosotros tenemos que entregarnos, darnos y servir. Y con respecto al Ayuntamiento, ante todo agradecerle todos los esfuerzos y servicios que prestan en pro de nuestras hermandades durante todo el año. Hay que seguir en esa línea y trabajar de forma fluida en relaciones de cooperación, respetando la autonomía y libertad de cada una de las instituciones.
E - Con el Arzobispado las relaciones deben ser pues como parte que somos de la Iglesia y de nuestra Diócesis y tenemos que estar siempre al servicio de nuestro pastor, eso sí con nuestra propia idiosincrasia y condiciones. Y con el Ayuntamiento destacar que las hermandades son un elemento esencial de Sevilla y forman parte de la imagen de la ciudad y como tal deben ser respetadas por el Ayuntamiento y por todas las administraciones. Y eso se consigue teniendo una relación estrecha, sin olvidar nuestro carácter religioso. Debemos buscar vías de colaboración y entendimiento con las administraciones públicas y, por supuesto, con el Ayuntamiento de nuestra ciudad.