El Ayuntamiento consiguió introducir por la vía de urgencia en el orden del día de la última Comisión Local de Patrimonio su proyecto para el montaje de toldos en la Plaza Jesús de la Pasión, popularmente conocida como Plaza del Pan, montaje que se halla paralizado a raíz de descubrirse que no había realizado las preceptivas catas arqueológicas previas. El modo de actuar del Consistorio y el futuro uso de la Plaza provocó un intenso debate en el seno de este organismo.
El presidente del Colegio de Geógrafos, Enrique Hernández Martínez, lideró a un grupo de miembros de la Comisión que expresó, según ha podido saber Viva Sevilla, su sorpresa y desagrado por que intervenciones como la de la Plaza del Pan, que tienen que ver con el mobiliario y el paisaje urbanos, no se aborden nunca en el organismo local encargado de velar por la protección del patrimonio en Sevilla, cuando “revisa -afirmó- hasta las obras menores en el interior de viviendas particulares”.
Según el geógrafo, el Consistorio estaba aún más obligado a someter previamente el proyecto de los toldos al dictamen de la Comisión por tratarse la Plaza del Pan de un espacio público muy importante, colindante con un Bien de Interés Cultural como la iglesia del Salvador.
Hernández, haciéndose eco del sentir de otros miembros de la Comisión, expresó su percepción de que el expediente de los toldos se había presentado por la vía de urgencia única y exclusivamente por una controversia con la Consejería de Cultura, tras haber detectado ésta el inicio de las obras sin cumplirse las especificaciones del Plan Especial del Sector. El representante del Colegio de Geógrafos, apoyado por otros miembros de la Comisión, pidió encarecidamente que a partir de ahora actuaciones públicas con impacto paisajístico se sometan previamente, y por norma, al dictamen de la Comisión Local de Patrimonio.
El debate derivó luego al carácter público y de libre acceso del espacio que quede bajo la sombra que proyecten los toldos. Parte de los comisionados también expusieron su temor de que una vez se concluya el montaje de las estructuras de sombra, el Ayuntamiento pudiera permitir que se llenara la Plaza con veladores, “con lo que -aseveró Hernández- se detraería este espacio de sombra del uso libre por parte de la ciudadanía y serían beneficiarios privados los que mayormente aprovecharían la inversión realizada”. Según el proyecto, esta inversión ascendería a 56.511 euros.
Tras las opiniones vertidas, la Comisión acordó tomar conocimiento del proyecto de cimentación para sustentar los toldos y recomendó al Ayuntamiento que a fin de garantizar el carácter y uso públicos de este espacio haga un análisis global de la Plaza “con carácter previo a las posibles autorizaciones de usos admisibles definidos en el Catálogo de Espacios Urbanos Protegidos” (enclave E24).
El proyecto
La directora de las obras, Reyes Morales Hevia, intervino previamente para decir que el proyecto de cimentación para los soportes de los toldos alcanza una profundidad máxima de 0,80 metros y que se realizarán tres zapatas de 3,70x3,70 metros de lado. Asimismo, se utilizarán dos vigas risotras de 0,60 x 0,40 metros uniendo las tres zapatas.
Según Morales Hevia, la profundidad de las obras no es sustancialmente importante para considerar que en las mismas puedan aparecer restos arqueológicos, y mucho menos tras haber sido ejecutado el estudio arqueológico del arquitecto José Carlos Mariñas para “la piel sensible”.
También explicó el proyecto de las estructuras portante y del montaje de los toldos en la Plaza del Pan. Se piensa en un sistema de entoldado que se apoye en seis soportes centrales, los cuales irían anclados en las bases previstas en la cimentación, cuya ejecución ha sido paralizada por el incumplimiento del Plan Especial del Sector.
Sobre los soportes se apoyaría una estructura formada por perfiles metálicos y tirantes tensores, que sustentarían las lonas.
Debido a los problemas de redes de suministro que se sitúan en el espacio de la plaza, se ha optado por una solución formada por tres rectángulos, que forman una especie de paraguas invertido y que van atados y unidos entre sí.
El objetivo que se pretende es dar sombra al espacio a la vez que diseñar un elemento urbano liviano que, una vez ejecutados, permitan sustentar las lonas, en el que la estructura portante sea lo menos visible posible y tan sólo puedan apreciarse los soportes y las lonas triangulares colgadas.