Acuerdo cerrado para Atarazanas al eliminarse la escalera del proyecto

Publicado: 08/06/2017
Junta traslada a Adepa el visto bueno para la reestructuración de la parte superior. Desaparece el escollo de la escalera de evacuación que frenaba el acuerdo
Ahora sí. Consejería de Cultura y Adepa dan por cerrado el acuerdo para la rehabilitación de las Reales Atarazanas al desaparecer el último escollo que impedía clausurar una negociación que se ha extendido durante más de nueve meses. Fuentes cercanas a la negociación han señalado a Viva Sevilla que Cultura ha trasladado esta misma mañana a los conservacionistas el visto bueno del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra y su equipo para la reestructutación de la parte superior del monumento haciendo posible así eliminar del proyecto las escaleras de evacuación planteadas en la nave cuatro (una central) y a la que Adepa se negaba.

El secretario general de Cultura, Eduardo Tamarit, tenía previsto reunirse este miércoles con el arquitecto para plantearle este nuevo cambio en el proyecto que, de no poder haberse llevado a cabo, habría tenido que resolverse en el seno de la comisión mixta de sequimiento del acuerdo formada por la Junta y Adepa. Esta segunda opción no ha sido necesaria ya que Vázquez Consuegra, según fuentes cercanas a la negociación, ha dado el visto bueno para los cambios arquitectónicos para que dicha escalera de evacuación pueda desaparecer del proyecto. 

Dichas escaleras, que ya aparecían sobre el papel cuando el monumento iba a acoger el CaixaFórum, tenían la misión de servir de evacuación para la parte superior del edificio. Vázquez Consuegra las había mantenido en el proyecto actual para el centro museístico, ubicándolas en la nave cuarta del monumento y a su vez servirían para descender al corredor arqueológico acordado entorno a la muralla y a la barbacana.

Mientras que la Junta (propietaria de los antiguos astilleros) señalaba la necesidad de dichas escaleras atendiendo a normativas de seguridad, el presidente de Adepa, Joaquín Egea, sostuvo este miércoles que eran “innecesarias” y que, además, serían “ilegales” ya que afectarían a las cubiertas del monumento, que están protegidas, y también al conjunto del paisaje interno del edificio y a las naves.

Para resolver este último escollo, finalmente se va a optar por una reformulación de la tabiquería de la parte superior del edificio para que la normativa anti incendios no obligue a sumar ninguna escalera de evacuación más a las que ya existen. En la parte superior del edificio de la que se habla, la nave cuatro, hay previstas una sala de proyecciones, un aula de formación y una sala de máquinas entre ambas. La idea ahora es la de reestructurar la tabiquería de esa zona (sobre el papel, ya que en la actualidad la nave cuatro está diáfana) y desplazar la sala de máquinas delante de las otras dos salas para que la puerta del salón de proyecciones se encuentre a menos de 50 metros de distancia de una de las escaleras de emergencias que ya existe en el lateral, tal y como indica la normativa.

Hay que tener en cuenta que el proyecto para el CaixaFórum en las Atarazanas incluía muchas más salas y usos arriba y se requerían más escaleras de emergencia. Si se cambia la estructura superior y la posición de la sala de máquinas que no requiere evacuación, ya no será preciso la escalera de evacuación que Adepa no quería.

Acuerdo cerrado listo para redactarse y firmarse

Tras resolver el freno de la escalera, y previamente el del cuerpo de guardia que también será eliminado al carecer de valor patrimonial, el acuerdo entre Junta y Adepa para la rehabilitación de las Reales Atarazanas y su conversión en un nuevo centro museístico para la ciudad ha quedado completamente cerrado. 

Dicho acuerdo, que contiene quince puntos y que ha tenido que ser redactado en varias ocasiones tras los múltiples cambios sufridos durante la negociación, será reformulado por última vez la semana próxima y, tras pasar por los servicios jurídicos de la Junta, quedará listo para que sea firmado por ambas partes. Del cómo y cuándo será la rúbrica aún no ha detalles, aunque todo apunta a que podría realizarse durante un acto en las mismas Atarazanas. 

Una vez que este acuerdo sea firmado, el documento será remitido al juez para que lo homologue, es decir, para que el acuerdo tenga “naturaleza de sentencia”, y se cierre así el proceso judicial que hasta la fecha había impedido comenzar las obras al existir un recurso contra la licencia de obras y al haber dictado el juez su suspensión cautelar. 

Este proceso de homologación, una figura jurídica que no es muy común, es una garantía para ambas partes de cara a que se cumpla el acuerdo y permitirá cerrar el proceso judicial iniciado por Adepa en mayo de 2016. Si una vez comenzadas las obras alguna de las partes entiende que no se cumple lo dictado por el juez (es decir, que no se cumple el acuerdo) se podría abrir un nuevo proceso judicial.

Fuentes de Cultura han explicado a este periódico, además, que el recurso contra la licencia de obras podría haberse resuelto al inicio de la negociación (justo cuando se cambió el sistema de cimentación y se eliminaron los micropilotes, que fue el asunto que provocó la suspensión cautelar de las obras), pero que se prefirió cerrar todos los aspectos para evitar que en un futuro otras entidades patrimoniales pudieran volver a bloquear el proyecto.

Cerrado el proceso judicial, y ya sin suspensión cautelar, las obras en Atarazanas podrían comenzar una vez que el nuevo proyecto de obras obtenga el visto bueno de la Comisión provincial de Patrimonio y una nueva licencia por parte de Urbanismo. Se espera que todo este proceso esté cerrado antes de final de año. 

En paralelo a la parte burocrática y jurídica, el equipo del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra ya ha comenzado a realizar la modificación en el proyecto de obras para que los trabajos puedan comenzar cuanto antes.

 

 

 

 

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