El tanatorio de Nervión está de enhorabuena. Y no sólo porque en estos días cumpla su primer año ofreciendo servicios funerarios en Sevilla capital. Sobre todo, porque tras vivir un estreno convulso, ha logrado convencer con su discreción y privacidad a los vecinos más reacios.
"Vecinos que se sumaban a las críticas, nos han felicitado y agradecido nuestra discreción y forma de trabajar"Doce meses en los que las agrias críticas de las familias que viven a pocos metros, en contra de que frente a sus viviendas se instalasen unas instalaciones de ese tipo, se han ido convirtiendo con el paso del tiempo en halagos por su forma “silenciosa” y “tranquila” de atender a los usuarios.
Ubicado en el límite del Polígono Carretera Amarilla con la barriada de San Pablo, el tanatorio de Nervión, gestionado por el grupo Fuascen, nació envuelto en polémica. El inicio de las obras, en septiembre de 2016, en el solar ubicado entre las avenidas Montesierra y Padre José María Javierre (donde antes hubo un concesionario de coches y posteriormente un gimnasio) puso en pie de guerra a parte de los vecinos del Polígono San Pablo, que sostenían que el lugar no era apropiado para albergar un centro de estas características que sólo contribuirá a degradar aún más la imagen del barrio.
Los responsables de Fuascen se aseguraron de que el tanatorio cumplía con todos los requisitos legales y administrativos pero, pese a ello, los vecinos se movilizaron para presionar al gobierno municipal para que las instalaciones se levantasen en otro punto y no en ése, próximo a guarderías, parques infantiles y frente a un centro comercial y un restaurante de comida rápida.
Criticaron, especialmente, que el traslado de los féretros se hiciera a la vista de los bloques, algo que en realidad ocurrió de manera puntual debido a las obras a que el Ayuntamiento obligó a Fuascen a acometer en sus elevadores interiores y al garaje.
Pese a ello, y durante los días que duraron los trabajos, la empresa colocó mamparas y toldos para evitar que los vecinos de los bloques más altos vieran desde sus ventanas trabajar a los coches fúnebres, que en cualquier caso descargaban dentro de la zona privada de la parcela y al otro lado de una valla tras la que, a ras de suelo, preservaba la intimidad de las instalaciones. Actualmente, toda la actividad del tanatorio se realiza en el interior del edificio.
Pese a aquella polémica, los responsables de Fuascen hacen hoy un balance muy positivo de su primer año en funcionamiento. “Vecinos que se sumaban a las críticas, nos han felicitado y agradecido nuestra discreción y forma de trabajar. Nos dicen que el tanatorio ha quedado muy bien y que no se nota nada nuestra presencia. Han visto que aquí no se forma revuelo alguno alrededor de féretros ni comitivas de luto. Algunos de ellos, en estos meses, ha tenido que venir curiosamente a velar a algún familiar, y nos ha agradecido el trato”, explica a Viva Sevilla el propietario de la empresa funeraria, Manuel Romero.
Ubicación
“La ubicación y la zona de influencia que abarca el centro ofrece muchísima comodidad para desplazarse no sólo a las familias de Nervión que necesiten de nuestros servicios, sino a prácticamente las de toda Sevilla, a diferencia de los otros dos tanatorios de la capital, más alejados del centro”, destaca, además, Romero.
El tanatorio de Nervión cuenta con diez salas y una capilla en donde que se dispensa a las familias un trato personalizado y comodidades como catering mañana y tarde, mantas o plazas de parking gratuitas en su aparcamiento subterráneo privado. “No queremos que los clientes lleguen aquí y se vean desatendidos. Ofrecemos un trato personalizado, que en momentos difíciles, la gente agradece. Muchos de los miles de familiares que en este tiempo han pasado por aquí, con el tiempo han vuelto para darnos las gracias por cómo les tratamos”, asegura el presidente de la empresa que regenta las instalaciones.
Además del ubicado en la capital, Fuascen posee actualmente otros siete tanatorios distribuidos por toda la provincia: Coria del Río, Santiponce, Almensilla, Umbrete, Isla Mayor, Pilas y Guillena. Además cuenta con un crematorio en Coria del Río, localidad en la que se fundó la empresa a partir de la funeraria local Virgen del Rocío, creada en 1979.