Europa es uno de los continentes indispensables para los turistas que adoran la variedad, la abundante cantidad de propuestas culturales, de aventura, gastronómicas y los destinos que despiertan los sentidos. En un continente tan vasto, lógicamente hay propuestas adaptadas a cada perfil de turista.
Pensar en hacer turismo en Europa, no necesariamente es pensar en París, Madrid o Roma. Europa es el continente más amplio del mundo y, con ello, su cantidad de lugares turísticos, de sitios importantes y de propuestas para el disfrute se multiplican, de manera que aquí conseguirás sólo algunas de las propuestas ideales para quienes buscan admirar la belleza de los principales destinos, disfrutar de buena comida allá donde vayan, o “darse el lujo” de viajar y ahorrar por Europa.
Las ciudades más bellas de Europa
Para quienes valoran la belleza natural y arquitectónica, las
ciudades más bonitas de Europa figuran entre la lista imprescindible de lugares para visitar. De antemano, decir que
existen todavía decenas de ciudades que no están incluidas en estas recomendaciones y que fácilmente podrían estar, por la belleza que transmiten.
En este sentido, vamos a destacar tres lugares que deberían ser de visita obligatoria:
- Budapest: la capital de Hungría es una de las ciudades mejor cuidadas desde el punto de vista arquitectónico, y mejor desarrolladas desde lo turístico. Es una ciudad tranquila, silenciosa y segura, donde las edificaciones antiguas y aquellos edificios en ruinas -algunos todavía en pie- que datan de la Segunda Guerra Mundial, son el atractivo principal. Si eres aficionado al cine, cuando se muestran localizaciones de Budapest se suele hacer referencia a bares clandestinos que quedan en edificios abandonados. Pues, en realidad existen -aunque no clandestinos- y son el alma de la vida nocturna de esta joven ciudad.
- Reykjavik: una de las capitales con menor cantidad de habitantes de Europa, la ciudad de Islandia destaca por su tranquilidad y el calor de su gente. La arquitectura de Islandia es única, de carácter gótico y celta, siendo también uno de los mejores lugares para observar glaciares, colosales formaciones montañosas, cascadas, ballenas y auroras boreales.
- Ljubljana: una ciudad que parece salida de un cuento medieval, la capital de Eslovenia es ideal para quienes adoran aquellos lugares donde el verdor puebla cada uno de sus rincones. Es, según los datos, la ciudad europea con mayor cantidad de áreas verdes -en proporción- y es una de las mejores para recorrer a pie.
Otras recomendaciones importantes serían las ciudades italianas de Venecia y Florencia, auténticos museos al aire libre; o las pequeñas capitales, como Tirana, en Albania, destacando por ese aire juvenil y
hipster que se respira por doquier, donde la seguridad y la tranquilidad te permitirán recorrer calles históricas y repletas de locales encantadores.
Comer bien en Europa gracias a su gastronomía típica
Pensar en viajar a Europa puede no estar condicionado únicamente al hecho de visitar ciudades que destacan por su belleza,
sino también por aquellos lugares en los que “la belleza entra por la boca”. Si bien la
gastronomía de Europa es diversa, gracias a las distancias y la variedad de culturas, es posible encontrar aquellos platos típicos que podrás pedir en cualquier restaurante o local. Aunque a juicio de los expertos, lo mejor siempre es probar cada receta en su lugar de origen, pero dependerá de tus posibilidades y del lugar donde te encuentres en ese momento.
Algunas especialidades que podrás degustar serán:
- Risotto de calamares: la comida de los balcanes no suele ser tan conocida, aunque su influencia en las recetas mediterráneas es incalculable. Dentro de los países balcánicos, principalmente en Bosnia y Herzegovina, y Croacia, el risotto de calamares o risotto negro -porque se prepara con la tinta del calamar y vino tinto- es uno de esos platos que, por su sabor intenso, no puedes perderte.
- Croissant: una comida típica que no necesita presentación, y aunque su origen es francés, es ya una receta que pertenece al mundo entero. El croissant es una mezcla perfecta de la panadería y la pastelería en un único elemento, que sirve para comer a cualquier hora del día, en cualquier contexto y con cualquier persona..
- Italia: no se puede nombrar una única comida típica de uno de los países europeos donde la comida es la actividad más importante de la vida diaria. La pizza margarita, el helado napolitano o la pasta boloñesa son platos, que al igual que el croissant, han dejado de ser sólo italianos y europeos para ser comidas típicas del mundo entero.
Hacer turismo en Europa y ahorrar al mismo tiempo
Suele considerarse a Europa como uno de los continentes más costosos para hacer turismo, y con justa razón. Sin embargo, eso es así porque se asocia la totalidad del continente con las ofertas turísticas de sus ciudades más conocidas y las que concentran el grueso de la oferta y la demanda. Pero existen muchos
destinos baratos en Europa que vale la pena conocer y recorrer al menos una vez, de manera que es posible viajar y ahorrar en Europa.
Cuando se habla de capitales y ciudades principales, podemos decir que Budapest en Hungría, Tallin en Estonia, Sofía en Bulgaria y Bucarest en Rumanía son los principales destinos para quienes quieren visitar Europa y, en el proceso, ahorrar mucho dinero. Todos esos países son ideales para el turismo rural o alejado de las principales urbes,
donde las posibilidades de ahorro aumentan mucho más.
Pero hay países con mayor demanda turística que, aún siendo conocidos, ofrecen propuestas muy económicas al alejarse de las principales ciudades. Alemania, Francia, Reino Unido e Italia son un buen ejemplo de ello, y son propuestas esenciales para quienes adoran el turismo rural,
porque nadie puede negar la belleza que se esconde tras los pequeños pueblos alemanes, franceses e italianos, que parecen pertenecer a cuentos de hadas o a tiempos pasados, donde el encanto está precisamente en eso, en descubrir lugares que podían parecer inexistentes y, desde luego, siendo lugares de Europa en los que hacer turismo es tan barato que valdrá la pena.