Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en la localidad alicantina de Almoradí una organización criminal dedicada presuntamente a la producción y distribución de grandes cantidades de sustancias estupefacientes. En el operativo se ha desmantelado un laboratorio clandestino de procesamiento de clorhidrato de cocaína que se encontraba a pleno rendimiento y con una capacidad de producción de 600 kilogramos mensuales. Además, un total de 30 personas han sido detenidas.
Las investigaciones comenzaron en el mes de enero del pasado año, cuando los agentes tuvieron conocimiento de un importante desvío de sustancias químicas a la zona de Alicante, cuyo destino final sería el laboratorio clandestino. Los agentes ubicaron e identificaron la organización, cuyo líder era un individuo residente en Alicante que contaba con antecedentes por tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas, ha informado la Policía Nacional en un comunicado.
La organización se encontraba perfectamente estructurada y compartimentada. Así, tras conseguir la creación de dicha sustancia estupefaciente en los laboratorios, otra parte se encargaba de su distribución a los miembros encargados de realizar la venta a media y pequeña escala.
De esta manera, en una primera fase se atacó la cadena de distribución mediante un dispositivo de vigilancia y seguimiento sobre uno de los vehículos de uno de los miembros principales de la organización, conducido por dos individuos encargados de la distribución.
Durante el transcurso de este dispositivo, los policías detectaron varias paradas de interés, así como una cita con un tercer individuo desconocido. Las "numerosas" medidas de seguridad que tomaban hicieron sospechar a los agentes que pudieran realizar "pases" de sustancias estupefacientes, por lo que procedieron a su identificación y control. En el interior del vehículo hallaron 18.120 euros y 4,2 gramos de cocaína, así como un compartimento secreto donde guardaban la sustancia estupefaciente para realizar dichos "pases".
Por todo ello, la Policía Nacional detuvo a los dos individuos y solicitó los mandamientos para proceder a la entrada y registro de dos domicilios, donde intervinieron un total de 400 gramos de cocaína aproximadamente, 486.620 euros en metálico y dos vehículos de alta gama. También detuvieron a tres personas más.
PRODUCTOS QUÍMICOS Y MATERIALES
Paralelamente, los investigadores comprobaron que la organización se abastecía de una gran cantidad de productos químicos (precursores), así como de los materiales necesarios para poder establecer el laboratorio clandestino, ubicado en una nave de Almoradí.
La envergadura de la nave permitía ubicar diferentes construcciones, todas ellas habilitadas de forma ilegal y con falsa apariencia de taller mecánico, picadero de caballos y criadero de perros y pájaros. En el centro de la nave apareció construida estratégicamente una vivienda ilegal habilitada como laboratorio clandestino y estaba en todo momento custodiada por varias personas de la organización, que realizaban rondas constantes de vigilancia, así como un control de los vehículos y personas que transitaban por las inmediaciones.
En una de las paredes de la finca, utilizada para colgar monturas y demás utensilios de equitación, se ocultaba una puerta secreta que se accionaba mediante un mando de control remoto. Esta puerta daba acceso a un habitáculo que daba falsa apariencia de vestuario, donde los "químicos" se colocaban el material de protección necesario para acceder al laboratorio.
Posteriormente, en uno de los paneles del vestuario y a través de otro mecanismo de seguridad, se libraba un pestillo que permitía abrir una puerta y acceder al laboratorio clandestino. Cuando los agentes accedieron a su interior, estaba en pleno proceso de producción y se intervinieron unos 17 kilogramos de cocaína en diferentes estados de procesamiento. También se hallaron más de 3.000 litros de precursores químicos y sustancias sólidas destinadas a la extracción, adulteración de la pasta base de cocaína y posterior trasformación en clorhidrato de cocaína.
En el momento del asalto, llevado a cabo por el Grupo Especial de Operaciones, fueron detenidos cuatro individuos, entre ellos dos "cocineros" que llevaban a cabo el proceso de trasformación y adulteración en clorhidrato de cocaína. Disponían también de un taller situado en una nave anexa, que le servía a la organización para preparar dobles fondos en vehículos o "caletas" y, así, ocultar la sustancia estupefaciente y los beneficios obtenidos de su venta.
QUINCENA DE REGISTROS
En el marco de esta operación se llevaron a cabo un total de 15 registros domiciliarios en diferentes localidades de la Comunitat Valenciana y Murcia, que han tenido como resultado el desmantelamiento del laboratorio, la incautación de 52 kilogramos de clorhidrato de cocaína, 20 vehículos de alta gama, tres motos de agua, un camión frigorífico, dos armas de fuego cortas y tres armas de fuego largas, así como otros efectos relacionados con estos hechos delictivos. También han sido intervenidos unos 650.000 euros en efectivo. Por todo esto, se han practicado 25 nuevas detenciones y 13 registros y se ha desarticulado plenamente la organización.
La desarticulación del laboratorio clandestino sorprendió tanto por su sofisticación como por su capacidad de producción, encontrándose a pleno rendimiento y con capacidad para una elaboración mensual de 600 kilogramos. En uno de los registros domiciliarios se ha localizado enterrada en el suelo de un ring de gallos una bolsa que contenía pastillas de cocaína de 400 gramos de peso.
La investigación ha permitido conocer que la organización distribuía grandes cantidades de cocaína, hachís y marihuana, entre otras drogas, y disponían de un entramado empresarial para blanquear las ingentes cantidades de dinero que obtenían de esta venta.