Torremolinos, hoy moderna y próspera urbe, es a la vez pueblo amante de las tradiciones. Entre éstas, profundamente arraigadas, podemos destacar: la Romería de San Miguel, que es, al protagonizarse la mayor parte del recorrido dentro de la población, la peregrinación urbana más importante de España; las procesiones de Semana Santa, cada año más fervientes, algunos de cuyos tronos son portados a hombros por un centenar de cofrades; la festividad y procesión de la Virgen del Carmen, Patrona y Alcaldesa Honoraria de Torremolinos, cuya devota manifestación popular en la playa de La Carihuela reviste singular emotividad y espectacularidad; las Cruces de Mayo, genuino arte floral; las veladillas y las ferias; la noche de San Juan; los días especiales, como el de Los Abuelos y el del Pescaíto, y las tradiciones típicas navideñas, entre las que descuellan los populares belenes y la gran Cabalgata de Reyes.
Tradiciones navideñas ya consolidadas en Torremolinos, en lo que respecta al arte sonoro, son los encuentros de pastorales y los conciertos corales y musicales. No se limitan éstos a un simple entonar de villancicos en las rondas belenísticas, como es característico en todos los pueblos durante estas fechas. En Torremolinos la música se viste por Navidad con auténticas galas reales. La majestad suprema de la armonía sonora luce sus celestiales encantos en el fastuoso y esperado concierto con que una gran orquesta sinfónica deleita al público torremolinense, en el ambiente casi palaciego del Auditórium Municipal, la semana previa a la del 25 de diciembre. No muchas ciudades gozan de tan singular privilegio, más propio de los grandes escenarios concertísticos. Merced a la óptima programación del área de Cultura y Fiestas del Ayuntamiento, el Auditórium de Torremolinos, la magnitud de cuyo escenario alaban tantos artistas, tiene la polifacética virtud de adaptarse a todo gran acontecimiento artístico y cultural, entre los que destacan, amén del magno Concierto de Navidad, los de la Temporadas Lírica y Teatral.
Tradición navideña constituye asimismo el conjunto de conciertos ofrecidos en estos días por las dos masas corales del municipio, la Asociación Coral de Torremolinos y la Mater Dei, al igual que el concierto de la Banda Municipal. Igualmente se han hecho tradicionales las pequeñas, pero muy logradas, demostraciones públicas realizadas por los alumnos de la Escuela Municipal de Música y del Taller de Guitarra Popular. Los coros rocieros de la localidad, transformados en eventuales grupos pastorales, tienen también su protagonismo en la Navidad de Torremolinos. Tales son los coros rocieros San Miguel, San Juan, Aires de mi Barrio, Amistades de la Colina, Revuelo, La Carihuela, Los Pinares… A ellos se unen las pastorales espontáneas de los diferentes colegios de la población, de cuyas voces infantiles emanan los clásicos villancicos de toda la vida y otros compuestos por profesores y alumnos, y que hablan específicamente de la Navidad torremolinense.
Algo que se ha hecho ya tradición en Torremolinos durante las navidades es la visita del alcalde y concejales a las distintas residencias geriátricas del municipio, para compartir momentos de júbilo con los asilados, en tanto que las pastorales de los coros rocieros, que siguen el itinerario de las residencias con las autoridades municipales, aportan su desinteresado granito de humanidad entonando alegres villancicos. De igual manera destacan el tradicional desayuno anual del alcalde y ediles con los deportistas mayores del municipio, la comida con los ancianos en el Hogar de la Tercera Edad de El Pozuelo y el frugal almuerzo compartido con las personas pobres en el Comedor Social Emaús, cuya encomiable obra se sostiene gracias a las generosas aportaciones del Ayuntamiento de Torremolinos, Junta de Andalucía, Cruz Roja y Club de Leones, entre otras entidades, así como por las modestas y constantes donaciones de empresarios y particulares del municipio. Gesto simpático y digno de loa, que ya es tradición navideña en Torremolinos, es la llamada "Operación Kilo", organizada por el Club de Leones, mediante la cual se solicitan, a la puerta de un gran supermercado, aportaciones desinteresadas de víveres, preferentemente de un kilo, a los torremolinenses que realizan sus compras en un determinado día previo a la Navidad. Tales aportaciones alimenticias del pueblo se distribuyen posteriormente entre los necesitados del municipio.
La guinda del pastel de las tradiciones navideñas la pone en Torremolinos la Gran Cabalgata de Reyes, en la que participan decenas de fantásticas carrozas exuberantes de música y colorido, alegradas por centenares de niños que, acompañando ilusionados a Sus Majestades, arrojan caramelos y papelinas multicolores a los miles de espectadores que presencian y aplauden el pomposo cortejo. El espectacular desfile corona su marcha en el Ayuntamiento, donde los Magos son recibidos por la máxima autoridad municipal. El balcón pregonero se hace entonces broche de oro de las tradiciones navideñas de Torremolinos.