La Audiencia Provincial de Málaga ha comenzado la vista oral contra 21 personas acusadas de formar parte de una organización de prostitución en la que el cabecilla está acusado de 167 delitos y se enfrenta a una petición global de unos 680 años de cárcel.
Este procesado, supuesto responsable de trazar las líneas maestras de la gestión estratégica del negocio, también está acusado de asociación ilícita, contra la salud pública y contra los derechos de los trabajadores, según el escrito del fiscal, al que ha tenido acceso Efe.
Para el ministerio público, la organización presentaba una estructura jerárquica con un propietario real que hasta al menos diciembre de 2009 dirigió un negocio de prostitución, utilizando para ello tres locales, uno en Málaga capital, otro en Torremolinos y otro en Córdoba.
La actividad le ha permitido al cabecilla, según las pesquisas policiales, acumular más de 18 millones de euros, entre 1995 y 2009.
El funcionamiento en los tres locales era muy similar, y las mujeres tenían “una relación absoluta de subordinación”, ya que no tenían libertad en cuanto a la forma de ejercer la prostitución. A
demás, eran sancionadas económicamente e incluso expulsadas del club en el caso de no cumplir las normas. Los responsables las obligaban a cumplir una jornada laboral “excesiva”, desde las 17.00 horas hasta las cinco de la mañana.