La nueva medida de ahorro energético impuesta por el Gobierno de Pedro Sánchez y aprobada el pasado lunes en el Consejo de Ministros no parece terminar de gustar a los propietarios de locales comerciales. Afirman que el hecho de que el aire acondicionado marque una temperatura mínima de 27 grados en verano y un máximo de 19 grados en invierno, más que un alivio económico se convertirá en una losa para sus negocios.
Los comerciantes piensan que se trata de una medida insostenible y que, a la larga, solo traerá consecuencias negativas.
Desde las asociaciones de comerciantes también se critica esta medida. El presidente de
Confecomerç, Rafael Torres ha señalado que esta medida no respeta la libertad de empresa y ha pedido soluciones que no impliquen topes de energía.
Desde la
Asociación Nacional de Grandes Empresas de distribución (ANGED), son más positivos. Señalan que muchas de las medidas contenidas en el paquete del gobierno son positivas, pero rechazan la limitación del aire acondicionado porque, dicen, a priori contradice las disposiciones mínimas de seguridad y salud laboral, un extremo que están estudiando con sus servicios jurídicos.