Rubén Baraja se ha visto obligado a trabajar esta pretemporada con un numeroso grupo de jugadores de las categorías inferiores
El Valencia cerró la pretemporada con la derrota en el Trofeo Naranja ante el Aston Villa (1-2), la única tras cuatro victorias en el resto de partidos de preparación, pero con una plantilla bajo mínimos, después de que el club sólo haya concretado el fichaje de Pepelu, pese a los siete jugadores que han abandonado el club y alguno más que podría dejar el equipo en los próximos días.
Rubén Baraja se ha visto obligado a trabajar esta pretemporada con un numeroso grupo de jugadores de las categorías inferiores, con los que ha conseguido imprimir una filosofía de juego reconocible, con una presión muy alta, mucho compromiso y verticalidad en las bandas.
Pese a reconocer públicamente el buen trabajo realizado por los jugadores con los que ha contado, el técnico reconoció tras el partido ante el Aston Villa que, desde un punto de visto deportivo, el equipo necesita reforzarse con cinco o seis fichajes para aumentar el nivel de una plantilla que a estas alturas se antoja insuficiente.
La parcela ofensiva es sin duda en la que más cojea el equipo, tanto en las bandas como en punta, ya que a pesar de haber marcado ocho goles en cinco partidos, apenas cuenta con jugadores para doblar posiciones que ahora están ocupadas por futbolistas muy jóvenes y además pierde para los tres o cuatro próximos meses al joven ariete Alberto Marí, que con tres tantos era el máximo realizador del equipo en esta pretemporada.
El Valencia tiene varias operaciones en marcha para reforzar el equipo y a ello se agarra Baraja, quien mantiene su confianza en que el club será capaz de sacarlas adelante antes del cierre de mercado para poder reforzar una plantilla a fecha de hoy raquítica y que genera mucho pesimismo en una afición que ha respondido en la campaña de abonos pero que sigue sin entender la errática gestión de Meriton al frente del club.