De tres a seis meses. Ese es el plazo previsto para la ejecución de las obras necesarias para que las viviendas afectadas por el incendio registrado hace dos noches en uno de los garajes comunitarios de las conocidas como las 73 viviendas puedan volver a tener abastecimiento de agua y la red de saneamiento en perfecto estado. Y, por lo tanto, ese es el tiempo que una veintena de familias residentes en los bloques 6 y 7 se verán obligados a estar fuera de sus casas, realojados en segundas viviendas, en casas de familiares o en viviendas de alquiler.

Una noticia que ha sido acogida con estupor y desesperanza por las familias afectadas, que aún no han conseguido reponerse del tremendo susto vivido hace solo dos noches. El humo, el olor a quemado y los gritos de los primeros vecinos en percibir el peligro despertaba a la mayoría de ellos recién entrada la madrugada. Con el miedo en el cuerpo, todos salían a las inmediaciones para constatar que había fuego en uno de los dos garajes de la urbanización. Finalmente han sido tres los automóviles que se vieron directamente afectados por el fuego, otros han registrado diversos desperfectos y se encuentran a la espera de peritaje, pero las llamas y las altas temperaturas registradas por el incendio dañaron gravemente las canalizaciones de agua y la red de saneamiento. Unos daños que han impedido a una veintena de familias volver a sus viviendas y que las mantendrán fuera entre tres y seis meses, según las primeras estimaciones.

Ahora muchas de ellas se encuentran buscando viviendas donde instalarse en los próximos meses, mientras se desarrollan estos trabajos. Más difícil será para estos vejeriegos olvidar los momentos de auténtico pánico vividos en los primeros instantes de aquella noche.