Decenas de adolescentes y menores de edad aprovecharon la noche de Halloween para hacer gamberradas por todo el municipio. El sonido de los petardos fue el protagonista de una velada en la que los jóvenes se ocultaron bajo un disfraz o una simple capucha para arrojar petardos en calles, mobiliarios urbano, interior de viviendas y varios buzones que fueron arrancados de cuajo.
Ante las quejas vecinales que, en muchos casos, fueron trasladadas aprovechando las redes sociales, el alcalde, Manuel Flor, anunció a medianoche de la incautación de diverso material pirotécnico e, incluso, un arma de aire comprimido.
Igualmente anunció que, en previsión de estos incidentes, se había reforzado la presencia de la Policía Local y se había solicitado apoyo especial de la Guardia Civil.
“Se ha levantado acta a las personas que lo portaban petardos, algunos de ellos menores de edad. Se tramitarán todas con las correspondientes sanciones“, aseguraba Flor, quien aprovechó la ocasión para agradecer el trabajo de Policia Local y Guardia Civil y la colaboración ciudadana.