Así lo destacó en Viena el presidente de los filarmónicos vieneses, Clemens Hellsberg, al presentar en rueda de prensa el programa de este tradicional evento, que será transmitido en vivo por televisión y radio a unos 70 países.
“España siempre ha fascinado a compositores austríacos”, señaló.
Además de la Marcha Española (op.433) del Rey del Vals (Johann Strauss hijo) y el Cachucha-Galopp (op. 97) de
su padre, el carácter español aparecerá también en La danza gitana, del ballet La Perla de Iberia, de Joseph Hellmesberger (1855-1907).
Recordó que especialmente Hellmesberger, un “compositor fantástico de operetas”, se sintió muy atraído por la cultura mediterránea, y los músicos quisieron hacer un “bloque” de tres piezas con composiciones de influencia hispánica.
“Es también una pequeña señal política, pues España tuvo la presidencia de la Unión Europea este año (en el primer semestre), y Hungría la ocupará el año próximo”, añadió.
Así las cosas, siempre dentro del programa tradicional centrado en los valses y polcas de la dinastía musical de los Strauss y sus contemporáneos, ambos países están representados: la influencia de la vecina Hungría, antiguamente miembro del Imperio Austro-Húngaro, se oirá en el Csárdás (un baile magiar) de Ritter Pásman, también del Rey del Vals.
Y además, con motivo de la celebración del bicentenario del nacimiento del compositor Franz Liszt (1811-1886), los filarmónicos rendirán homenaje en la Sala dorada del Musikverein de Viena a este “gran virtuoso de la música” interpretando una obra suya, el vals Mephisto Nº1.
Y por la misma razón han escogido al Furioso-Galopp según motivos de Liszt, op.114, de Strauss hijo.
Por primera vez, el austríaco Franz Welser-Möst, de 50 años y actual director general musical de la Ópera de Viena, dirigirá este concierto.