No hace mucho visité el domicilio del doctor naturista y pintor onubense Pedro López Fariñas, porque su esposa Rosa, a través del teléfono, me comunicó que andaba con problemas de salud. Llegué a su casa, y me vi´’secuestrado’, por una gran parte de la totalidad de su ingente obra plástica, colgada en todos los rincones de la casa.
Pedro López Fariñas es tan así, tan sideral, que en una inmensa mayoría, capta en el lienzo cruces diferenciados de escenas del universo y todo a través del puntillismo, ese estilo de pintura que nos descubrió para la posteridad el gran Overly.
Viejo conocido
Conocimos personalmente ya hace algunos años, a López Farinas, en una exposición única que realizó en el museo provincial de Huelva, una muestra sin precedentes de obras pintadas en composiciones de naturaleza y destellos convexos sobre ingentes piedras; sí, tal como suena, pintura puntillista astrológica sobre piedras.
La obra en cuestión nos sorprendió, y recuerdo que, toda la elaboración de la misma y sus distintos y complejos significados nos la fue desmenuzando en una entrevista para el periódico.
López Fariñas se adentra en la pintura a modo de traslación, como si el artista hubiese viajado en una capsula espacial, se desprende sin apenas darse cuenta de todo lo que le rodea para elevarse en cosmicidades a través de la agotadora técnica del puntillismo asimétrico y geométrico, algo que le unifica y que le hace ser muy distinto a los demás en el mundo de las artes plásticas., y que Jesús Conde lo definió como “el pintor del cosmos”.
Un trabajador incansable
Siempre ha ido y ha venido el pintor, a destajo sobre el caballete, sin tiempo ni horas, más de noche que de día, a pesar de que es daltónico, , se apoya en Rosa, su mano izquierda su fuente de inspiración y su seguridad. Mujer que conduce los largos caminos del artista.
Pedro López siempre se ha ido desde la figura arquitectónica hasta la pintura naif, para llegar al ejercicio desmesurado del puntillismo.
La imaginación y las manos creadoras del artista dejaron de funcionar por mor de la salud. López Fariñas, aunque él se niegue a reconocerlo, no se encuentra bien pero se agarra a la fuerza que le mantiene del supremo Hacedor, y se fuma un cigarro y otro sumido en esa gran creatividad que ahora ve mutilada, porque no puede echar hacia fuera.
Desde este apartado, solo una petición para este artista que siempre dio la imagen de complicado de entender, que se le dedique desde el actual olvido, un merecido homenaje por parte de la Asociación de Artistas Plásticos Onubenses.