El Barcelona se impuso sin ningún tipo de problema (75-86) en la cancha de un Gipuzkoa Basket que sólo ofreció resistencia en el primer cuarto, para ser arrollado después por un equipo catalán que se exhibió en San Sebastián a pesar del gran encuentro del local Jason Robinson, con 36 puntos.
Empezaron fuertes los donostiarras que, con las bajas de Anthony Winchester y Mikel Motos que limitaban sus rotaciones, exponían argumentos suficientes para cobrar ventaja y mantenerse en partido durante el primer cuarto.
En este inicio de encuentro, brilló el duelo entre Robinson y Juan Carlos Navarro, luego lo haría el gigante Lampe, dos de los mejores anotadores de la competición, y una canasta del americano llevó el 15-14 al marcador, la última vez que estuvo GBC por encima de su rival antes de que comenzara a funcionar la apisonadora blaugrana.
Xabi Pascual movió el impresionante banquillo con el que cuenta y los vascos comenzaron a sufrir porque tanto el rebote ofensivo como defensivo eran para un conjunto culé, que además se lucía en el tiro exterior y en su agobiante presión integral.
En el segundo cuarto los barceloneses se escaparon en el marcador con un baloncesto precioso y preciso, exhibiendo ese punto de forma que tanto ha tardado en llegar pero que ya le convierte en un rival temible en cualquier cancha en la que se juegue a baloncesto.
El 27-50 a falta de dos minutos para el descanso era harto elocuente y constataba que no iba a ser un partido igualado como el de otras temporadas.
El Gipuzkoa Basket, inteligentemente, entregó la bandera, decidió concentrarse en evitar lesiones y engrasar sus sistemas para partidos menos complicados que están en ciernes y que son los que le tienen que garantizar la permanencia, su objetivo para el último tercio de liga.
El equipo de Sito Alonso trató de recurrir al triple para acortar distancias, pero ya no hizo otra cosa que estrellarse contra el parqué de Illunbe porque, a su paupérrimo porcentaje, se uniría la concesión de transiciones fulgurantes para el Barcelona.
Los azulgranas retiraron el pie del acelerador y los locales pudieron 'maquillar' el marcador, acercándose incluso a los nueve puntos (73-82) en el último cuarto, hacer interesantes probaturas aprovechando el relax de los rivales y fomentar la anotación de Robinson.
