Lula informó a los periodistas que había hablado por la mañana telefónicamente con Zelaya, al que aseguró la protección dentro de la embajada de su país donde se refugió por sorpresa el lunes.
El gobierno brasileño, en coordinación con la OEA, las autoridades de Estados Unidos, la Unión Europea y otros países está realizando intensas gestiones para buscar una salida rápida y pacífica a la nueva situación, según dijo el canciller brasileño, Celso Amorim.
La noticia de la vuelta de Zelaya a su país llegó cuando Lula viajaba con destino a Nueva York, donde asiste a una Conferencia sobre Cambio Climático y a los debates de la Asamblea General de Naciones Unidas.
También el Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana, dijo ayer a la prensa que Zelaya había sido advertido de que “no hiciera nada que pudiera empeorar las cosas”.
La UE ha urgido tanto a Zelaya como a Micheletti, a “abstenerse de toda acción que pudiera incrementar la tensión y la violencia”.