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Curioso Empedernido

Más allá de lo que vemos

Nos daremos cuenta que cerrar los ojos y negarlo todo no tiene sentido, que debemos salir más fuertes

  • Juan Antonio Palacios. -

Por muy cómodo que nos resulte, a nadie nos gusta que nos digan lo que tenemos que pensar. Contamos lo que vemos y tenemos ante nuestros ojos, pero también lo que imaginamos, más allá de lo que vemos. Entre la observación y la imaginación vamos construyendo lo que hay fuera y lo que suponemos dentro de nosotros y una realidad diferente a la existente que vamos tejiendo poco a poco.

Cosas explicables y que están delante de nosotros y aquello que contamos sin tratar de entenderlo, y que situamos tras la cortina de la bruma. En las redes sociales, nos encontramos cuestiones más allá de lo que vemos, incluso con situaciones inexistentes.

Las tradiciones y las vanguardias, se mezclan para que algo nos quede bonito o incluso original. Nos deja de parecer una locura cuando la compartimos y vemos a gentes que parece comprender lo quea nosotros nos cuesta una enormidad. 

Desde el manejo de las palabras, podemos descubrir que detrás de una persona corriente hay un superhéroe, y que tras lo rutinario que hacemos todos los días se encierra una maravillosa historia de prodigios y genialidades que nadie podía suponer.

A lo largo y ancho de nuestras vidas nos mudamos en numerosas ocasiones, sin movernos de donde estamos ni cambiar los muebles, nos aburrimos por no esforzarnos en provocar el milagro de lo nuevo, ni apasionarnos con un futuro que construimos desde el presente.

Nos daremos cuenta que cerrar los ojos y negarlo todo no tiene sentido, que debemos salir más fuertes, sin precipitarnos y esperando que la situación nos sea más favorable, que entre lo cercano y lo lejano, lo anecdótico y lo esencial, los argumentos y las anécdotas, debemos salir más seguros de la situación.

Entre imágenes extravagantes y perfiles estrafalarios, protagonismos y marginalidades, riquezas y miserias, subidas y bajadas, capturamos las esencias y adornamos las presencias, viendo las cosas desde dentro hacia fuera y analizando las causas desde fuera hacia adentro.

De la frustración al optimismo, entre visiones diferentes y opuestas, sin llenarnos de culpas, pero con la necesidad de escribir, de lo simple a lo complejo, debemos saber distinguir los colores del pesimismo del brillo de la esperanza. Al otro lado de la realidad, placeres y disgustos, luces y oscuridades de historias secretas y conocidas.

Los errores son humanos y debemos perdonárnoslo. No somos perfectos ni perfectas. Necesitamos distraernos con cuestiones divertidas y poco estresantes. Es posible que hayamos cambiado mucho, entre lo que aparece y se desvanece.

Ayer, hoy y mañana, todo puede ser como esperábamos y sentirnos con mucha confianza, superando todas las tensiones. Es posible que hayamos cambiado mucho, pero no debemos olvidar que lo mejor es enemigo de lo bueno, y no debemos ser demasiado exigentes ni demostrar un exceso de ambición.

Meditemos bien antes de hablar. No hace falta que digamos todo lo que pensamos. Solo nosotros, y no siempre, sabemos que es lo queremos hacer con nuestras vidas y un cambio no nos viene mal. Cuidado con las advertencias malintencionadas. La suerte está dentro de nosotros y debemos trabajarla porque nuestras posibilidades son muchas.

Con signos y sin señas, la ceguera política y la ignorancia esencial van de la mano, dando ejemplo, pintando lo necesario, aliviando dolores, mejorando los datos y buscando alternativas.
 

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