“¡Hasta aquí hemos llegado!”, señalaban ayer los hosteleros de la provincia de Cádiz que recorrieron las principales calles de Cádiz en una caravana de vehículos convocada para denunciar “la ruina” que sufre el sector por las restricciones de la pandemia de la Covid 19.
La movilización, en la que han participado centenares de personas de Cádiz y de muchos puntos de la provincia, reclamaba ayudas directas para este sector con el fin de que “España deje de ser el único país de la Unión Europea” en las que no se han ejecutado las mismas. La protesta fue convocada por la Federación de Empresarios de Hostelería de Andalucía, así como por la Confederación Empresarial de Hostelería de España.
El presidente de Horeca Cádiz, Antonio de María, indicó que, tras un año de pandemia, el colectivo ha querido “hacer un gesto visible” para que se conozca la situación de este sector en el que “muchas de sus empresas se han quedado en el camino”.
Recordó que “las discotecas y el sector de la noche llevan casi nueve meses cerrados”, al igual que “los hoteles porque si no hay libre circulación de personas, no tienen clientela de la propia población”, mientras que “la hostelería ha ido al albur de las decisiones que ha tomado la Junta de Andalucía”.
De María lamentó que “después de un año aún no asumimos que la hostelería no es un problema para la pandemia” ya que “quizás sea quien más se ha concienciado con la aplicación de todas las normativas” de higiene y seguridad.
De hecho, “al minusvalorar a la hostelería, la gente se ha echado a la calle, a las playas, a los parques, a alquilar pisos y viviendas”, todo un “disloque” en el que “ahí ha estado el problema” porque después de las ‘fiestas’, los participantes han regresado a sus casas “trasladando” el virus.
Por eso “hasta aquí hemos llegado”, ya que “la pena es que el sacrificio económico, personal, psicológico y de los trabajadores, no ha servido para frenar el problema”.
Espera que “a partir de ahora, con la campaña de vacunación en marcha y la llegada del verano, que ayuda al parecer a ralentizar los contagios, seamos capaces de hablar sobre lo que tenemos que hacer” porque “son 50.000 empleos directos y 20.000 indirectos los que están con las carnes abiertas pensando en qué va a pasar”.
Desde Horeca piden que “se nos permita trabajar porque nos han expropiado el derecho al trabajo y a la libre empresa”, por lo que demandan “horarios normalizados” y para las discotecas, “si los responsables sanitarios insisten en mantenerlas cerradas, que al menos se les permita actuar como restaurantes y bares”, acoplados al mismo horario.
Antonio De María insiste en que “no queremos ayudas, queremos compensaciones porque nos han provocado un daño enorme”, de ahí que soliciten ayudas directas como ocurre en el resto de países de Europa y así “poder pagar deudas a proveedores, retrasos en las nóminas, alquileres, etc”.
