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Hablillas

El alumbrado

Nadie ha quedado indiferente a la iniciativa de esta joven, un mensaje claro y rotundo sobre lo que nos espera a corto plazo.

Publicado: 09/12/2019 ·
20:55
· Actualizado: 09/12/2019 · 20:55
Autor

Adelaida Bordés Benítez

Adelaida Bordés es académica de San Romualdo. Miembro de las tertulias Río Arillo y Rayuela. Escribe en Pléyade y Speculum

Hablillas

Hablillas, según palabras de la propia autora,

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Tempranero, es verdad, y cuando se encendió todas las ganas se unieron en las plazas más emblemáticas. De hecho, nuestra piel de toro reluce al atardecer, antes que el cielo. Todavía, entre bombilla y guirnalda, corre la voz joven de Greta, al pie de la cumbre del clima. Al margen de los comentarios, ha logrado generar opinión. Nadie ha quedado indiferente a la iniciativa de esta joven, un mensaje claro y rotundo sobre lo que nos espera a corto plazo. De hecho, prensa y revistas  han señalado zonas inundables -e inimaginables- en más o menos un lustro. Da miedo.

La cruzada comenzó hace poco más de un año, con una huelga cada viernes, ella detrás o junto a un cartel ante el parlamento sueco. Apoyada por el colectivo ecologista y un magante, logró captar la atención de los medios de comunicación europeos. Las redes sociales dieron a su iniciativa el empujón definitivo al resto del mundo. Sus dieciséis años tienen la claridad y la responsabilidad de una madurez precoz, demostrando capacidad de trabajo y tesón en un asunto remediable si hay colaboración. Por eso es admirable, porque cree seguir el camino correcto, armada con la palabra y la actitud. Como hay gente para todo, unos aseguran que su viaje por el mar en lugar del aire, ha sido más contaminante. Otros culpan a sus mayores por aprovechar el filón sin tener en cuenta su Asperger. El rizo continúa liándose en la calle,

La certeza es su inteligencia. Lleva más de un año demostrándola con su padre en la segunda fila, celando sus movimientos, y si a su edad ha sacudido al mundo entero, si ha hablado ante jefes de estado, si ha callado a los mejores entrevistadores, tiene futuro, un futuro brillante y maravilloso, como dice y espera. Su preocupación no nubla la esperanza en el hombre, en su actitud ante lo irreversible. Sus ganas de lucha le salen por los ojos, una mirada directa, tan clara como su voz y su inglés, idioma que hablan la mayoría de los jóvenes de su edad. La aclamaron al llegar a Madrid. Todos querían verla, estar cerca de ella. Por ese afán no pudo formar parte de la manifestación, sin embargo esperó su llegada para intervenir. Las tertulias radiofónicas pasaron sus palabras, un discurso con calado, directo, conciso, revelador. Jóvenes y adultos apartamos la edad para estar con ella, al pie de la cumbre del clima desde cualquier sitio.       

La voz de Greta ha herido hasta la emoción. Después del alumbrado, seguirá corriendo bajo las estrellas.

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