Hay gente que desde que nacen tienen resplandor y gracia, y si después son capaces de aprender, mejor que mejor, pero ese genio e ingenio lo traen en su mochila desde que su madre los pare. Para lo bueno y para lo malo son personas con talento y con talante, con capacidad de seducción y carisma.
Son seres humanos brillantes que saben resolver los problemas que se le presentan o las situaciones por muy embarazosas que nos parezcan, capaces de sorprender y no dejar indiferentes a nadie, sugestivos en sus actuaciones e interesantes siempre.
Tienen también la capacidad de comprender a los demás, de ser curiosos, de ver más lejos de lo que le indican sus ojos, de admitir sus errores hasta convertirlos en aciertos, mientras que aquellos que carecen de sol y sal , son obstinados , se meten en toda clase de problemas y dificultades.
En el test de inteligencia de la vida, las personas con sol y sal, demuestran inteligencia y humildad, y aprenden a usar el lenguaje, a manejar números, a servirse de conceptos, a razonar y memorizar, tienen sol y sal, porque además saben controlarse, a retrasar el momento de recibir una recompensa , así como a tolerar el aburrimiento y la frustración.
Son inteligencia y tienen un gran habilidad para relacionarse con el mundo que les rodea, por eso normalmente no se les contrata para decirles que es lo que tienen que hacer, sino para que tomen la iniciativa y nos digan que es lo que tenemos que hacer, por tanto para ejercer su liderazgo.
Normalmente se reúnen en la gente con sol y con sal, tres tipos de capacidades, la intelectual, la de adaptación a las situaciones más difíciles y complicadas y la de aprendizaje, y se convierten en el principal activo de cualquier proyecto, cualquier empresa o cualquier País.
Procuran estar con la vista puesta hacia adelante y no se instalan en el pasado ni en la nostalgia , y con su sentido de las cosas y situaciones tienen expectativas en el presente y se plantean proyectos para el futuro. Saben brillar por méritos propios sin necesidad de oscurecer a los demás y no son graciosos sino que tienen gracia natural.
Saben disfrutar de su existencia, abrazándose a ella y exprimiéndola para con sol y con sal aprovechar cada momento ,intentando superar polémicas triviales o dejarse atrapar por pantallas de humo, en vez de dedicar todo su tiempo a lo importante y no naufragar en el horror de lo urgente.
Dan mucha importancia a los detalles de la vida cotidiana, que son lo que construyen las cosas que merecen la pena. Son capaces de buscar y encontrar las cosas que le enriquecen personalmente y de reencontrase con ellos mismos si en algún momento se sienten perdidos.
No son amigos de practicar el miserable deporte de dedicarse hablar mal de los demás, y menos aún de difundir bulos o crear conflictos donde podría haber un acuerdo. Tienen carisma y son coherentes entre lo que piensan, lo que dicen y lo que hacen.
Cuando ocupan el primer plano, lo hacen con naturalidad y sin darse ninguna importancia, y cuando hablan, lo hacen desde el nosotros y no en un abuso del yoísmo que resulta ridículo y vomitivo, por ello son pactistas por naturaleza y no frentistas por deformación.
No miran para otro lado ni dan marcha atrás, cuando les toca tomar decisiones, sino que con sus luces y sus habilidades, son capaces resolver y no enredar para provocar caos y enfrentamientos y terminar no tomando medidas. Tienen sol y sal , saben aprovecharla en beneficio de todos y no necesitan dar empujones para avanzar.
